La tribuna

José María Callejón Suñé

Política de promoción turística

LOS políticos turísticos intentan catequizar a la opinión pública sobre la importancia de sus millonarias campañas publicitarias para captar al turismo nacional y, sobre todo, al que se encuentra de puertas para dentro; esto es, en sus propias autonomías y provincias. Estos representantes públicos deberían saber que la prioridad tendría que ser la captación de mercados internacionales, aumentando las cuotas de turistas de los emisores tradicionales y captando a los emergentes.

Hay que tener en cuenta que los ingresos turísticos que provienen del extranjero, son los que salvan nuestra economía nacional; sin ellos, nuestra balanza de pagos presentaría un déficit exterior muy superior al que tiene en la actualidad, ya que el turismo es una de las pocas partidas que siempre ha arrojado un saldo positivo.

El escenario económico actual en España no está dejando indiferente ni siquiera a sectores con una fuerte capacidad para soportar coyunturas adversas, como es el caso del turismo. Julio, uno de los meses vacacionales por excelencia, ya dio el primer aviso, al producirse un descenso en la entrada de turistas extranjeros a España del 8%, en comparación con el mismo periodo de 2007. Tras los datos de agosto, se mantiene la caída del turismo internacional en nuestras fronteras, vaticinando además una tendencia general a la baja hasta finales de 2008. No obstante, no para todas las comunidades autónomas los indicadores son negativos.

Es imprescindible un eficaz plan director de marketing del turismo. Hasta ahora, los planes y sus correspondientes acciones promocionales se llevan a cabo con una obsoleta visión de la realidad de los mercados internacionales. Parten de la base de unos estudios de los mercados emisores tradicionales y emergentes, que siguen realizándose según una metodología de los años 80 y 90. Es necesario, por ejemplo, conocer la opinión de los turistas que nos visitan, de sus tipologías y por orígenes, pero no lo es menos saber porqué un turista británico decide comprar sus vacaciones en Turquía, o un alemán en Túnez.

Los planes de marketing de promoción turística deberían ser diseñados, gestionados y evaluados conjuntamente por el sector público y privado. Con la incertidumbre actual, a nivel económico general, y turístico en particular, deben integrarse obligatoriamente mecanismos de flexibilidad en los planes, que permitan su adaptación inmediata a una realidad cambiante. El horizonte anual sobrepasa en estos momentos, el corto plazo.

Formando parte de dicha realidad cambiante, nos encontramos al segmento de cruceros, que se ha incrementado en España casi en un 25%, con respecto al año 2007 y, en los principales puertos de Andalucía, en más de un 30%. No se está valorando en su justa medida la promoción turística que para Andalucía representan los cruceros. Se dice que se trata de turistas que no generan, habitualmente, pernoctaciones en hoteles, a no ser que la propia ciudad sea puerto base. Si analizamos este tópico tan sólo con un poco de profundidad, veremos que los cruceristas, independientemente del dinero que gastan en comercios locales, son, ante todo, observadores de destinos para futuras visitas propias y las de sus allegados. La clave está en los impactos sensoriales que hayan recibido en cada destino. Aunque el fenómeno crucerista sea reciente para nosotros, el modelo lleva décadas funcionando en el continente americano, por lo que aventuramos un futuro estable y creciente en cuanto al número de pasajeros en Andalucía.

Con relación a las promociones virtuales a través de internet, Andalucía está a la cola de sus destinos turísticos competidores. En las promociones reales, tanto la selección de los emisores donde se realizan las mismas, como su producción y desarrollo, dejan mucho que desear y no se llevan a cabo con criterios objetivos, ni índices de retorno satisfactorios.

La Junta de Andalucía ha frenado los compromisos adquiridos en sus propios planes de acción en 2008 para el mercado emisor emergente de China, tanto cancelando las jornadas profesionales y workshops, como su presencia en la CITM, la mayor feria de turismo de China donde ha participado en los últimos 4 años. Si aceptamos las conclusiones expuestas por la propia Dirección General de Turespaña en el Congreso Internacional sobre Turismo Asiático, celebrado en Barcelona en septiembre, y las palabras del propio presidente de Andalucía en la sede de Turismo Andaluz, China debería ser ya uno de los objetivos principales para la captación de turistas hacia España y nuestros destinos andaluces.

Desgraciadamente, la misma situación se repite en otro importantísimo mercado emergente como es Brasil. Se ha anulado la participación de Andalucía en una de las más importantes ferias de turismo de Latinoamérica, ABAV, y las jornadas profesionales en ese país, para las que se emplazó al sector turístico andaluz hace seis meses, se han desconvocado sin previo aviso, a punto de iniciarse las mismas. Contradictoriamente, nuestro presidente ha hecho hincapié recientemente, en su visita a América Latina, sobre la enorme importancia que tiene para Andalucía el reforzamiento de la promoción y la captación de esos mercados.

Finalmente, preocupa que para el próximo año se pueda dar una peligrosa situación para Andalucía. La crisis podría provocar que el presupuesto andaluz de promoción turística se viera perjudicado, cuando el criterio que se debería seguir es el de las grandes empresas: a más crisis, más promoción.

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