Encuentro digital con el alcalde de Cártama

Hace un par de semanas el alcalde de Cártama, José Garrido, participó en un encuentro digital organizado por este periódico. Desde Onda 8, en calidad de aludidos, por respeto a la verdad y a los lectores de Málaga Hoy, nos vemos obligados a rectificar las afirmaciones vertidas por el primer edil. El insulto más grave que puede recibir un periodista, o medio de comunicación, es la de acusarlo de falta de independencia, en este caso, aludiendo a los supuestos "sueldos" que reciben los profesionales del medio de un determinado partido político:

"… el dinero que nutre las arcas de las personas responsables de la emisora vienen de la orientación política que defienden. Responden a los sueldos que desde el PP de Málaga y Alhaurín de la Torre pagan. La pluralidad de la que tanto alardean es muy subjetiva ya que en ningún momento dan espacio a personas que discrepen con quienes les pagan". Con independencia de las acciones judiciales que puedan proceder contra el alcalde de Cártama, José Garrido Mancera, nos sentimos en la obligación de amortiguar el efecto del "calumnia que algo queda", máxima que usa el alcalde por hacer una afirmación gratuita de este tipo. Gratuita porque ni da, ni puede dar pruebas, ya que es simple y llanamente falso. Y la consecuencia que saca de esa afirmación, es decir, su acusación de falta de pluralidad, es igualmente mentira. Pero, además, es que es muy fácil de demostrar: desde su fundación, hace 14 años, la apertura a todas las opciones políticas y formas de pensar ha sido manifiesta en Onda 8. Al punto que, al partido que se señala como nuestro "patrón", se le ha sometido desde estos micrófonos a críticas constantes, probablemente como en ningún otro medio de comunicación. Valga como muestra un botón de los que durante muchos años han sido habituales contertulios de la radio, y han tenido libertad para defender sus opiniones y fustigar a sus rivales políticos: la ex parlamentaria andaluza por el PSOE Pilar Rojo; concejales socialistas del Ayuntamiento de Málaga como Luis Navajas y Sergio Brenes; y con diferente asiduidad otros políticos socialistas como Inmaculada Pérez de Guzmán, José Asenjo, Carlos Morales, José Luis Marcos, Enrique Salvo, Rafael Granados, Mª Luz Reguero, etc... Por parte de IU, cualquiera que escucha Onda 8 está familiarizado con las voces de: Isabel Martínez, Remedios Ramos, Pedro Moreno Brenes, Antonio Serrano, Juan Gavilán, José Antonio Castro, José Luis Portillo, Miguel Esteban, Encarnación Páez, etc. Además de un sinfín de entrevistas e intervenciones emitidas en su integridad con políticos que, según el alcalde de Cártama, no han tenido cabida en la radio, como: Manuel Chaves, Miguel Á. Heredia, Amparo Bilbao, Gaspar Zarrías, Ignacio Trillo, Rosa Torres, Paulino Plata, Concepción Gutiérrez, Marisa Bustinduy, Salvador Pendón, Hilario López Luna, José Luis Rodríguez Zapatero, etc… Todos los que han querido ponerse al teléfono o atender a los micrófonos de Onda 8.

Francisco de Linares Castro (Director de la Emisora Municipal de Cártama Onda 8)

Convertirse en un líder incuestionable de una Europa ampliada es la ambición casi declarada de Nicolas Sarkozy, que el martes asumió durante seis meses la presidencia de la UE. Para situar a Francia en el centro del tablero Sarkozy ha llevado a cabo una ruptura doctrinal. Europa no puede seguir siendo un jardín a la francesa. En un año Sarkozy ha multiplicado las asociaciones estratégicas, vacías pero simbólicas, y los discursos ante Parlamentos de socios a los que se les hace poco caso. El método es rentable y permite, gracias a sus relaciones con el Reino Unido de Gordon Brown y la España de José Luis Rodríguez Zapatero, tener un apoyo mayoritario en Europa. De hecho Sarkozy está copiando la estrategia alemana que consiste en estar de manera natural en el centro de Europa para poder influir más. Sarkozy no ha desarrollado una estrategia coherente hacia Angela Merkel. Empezó bien su relación negociando el tratado europeo pero lo echó todo a perder proponiendo su proyecto de Unión por el Mediterráneo. El presidente ha debido enmendar su proyecto precipitadamente mostrando de esta manera que Berlín tenía un derecho de veto en Europa. Los europeos siguen sin un gran proyecto que les movilice. (...)