Sencillamente un genio

Entender a Chiquito es comprender a la Málaga más profunda que busca una oportunidad en el cante

Aún recuerdo una noche donde, viendo un nuevo programa de humor en televisión, alguien me llamó poderosamente la atención. Un señor algo más mayor que el resto de participantes, bajito y con poco pelo pegaba un salto entre todos ellos y se ponía a contar chistes, en un lenguaje propio que rápidamente todos lográbamos entender. Era tan peculiar aquel individuo que automáticamente supimos reconocer a un genio. Y a partir de ese momento aquel cantaor flamenco, que no había dejado de viajar por el mundo intentando vivir como podía o sabía, dejaba la música para convertirse en una de los cómicos más reconocidos y universales de nuestro país.

En el fondo entender a Chiquito es comprender a la Málaga más profunda y castiza, esa que siempre busca una oportunidad en el cante, el toreo o en cualquier espectáculo que se tercie. De ahí que el término "de la Calzada", al referirse a la Calzada de la Trinidad, fuese más complejo de entender por parte de los millones de seguidores de este ilustre malagueño. Pero de las entrañas de estos barrios surgen muchas de nuestras costumbres más populares, religiosas o gastronómicas y de ahí que merezca la pena impulsar estas zonas de la ciudad donde lo más moderno y lo más deteriorado siguen conviviendo per secula seculorum.

Cuando a alguien le han imitado tantos, desde el humorista Florentino Fernández hasta el propio Rey Juan Carlos, es porque se ha convertido en entrañable para todos. Probablemente sus principales características fueron su sencillez, su cercanía y haber entendido, después de una vida intensa y a veces dura, que hacer reír es un don que pocos poseen y del que nuestra sociedad siempre está necesitada. En estos tiempos donde muchos se esfuerzan por darnos un mal rato con cada noticia, la capacidad de lograr una sonrisa se convierte en un arte. Y solo los artistas como Gregorio Esteban Sánchez Fernández, nuestro Chiquito, pueden hacerlo permanentemente.

Tan solo algunos cómicos han logrado que la lengua de sus lugares se convierta en universal. Desde el catalán Eugenio, con su "saben aquel que diu", hasta el sevillano Paco Gandía, con sus "casos verídicos", nadie había enriquecido tanto el español a la hora de transmitir al público una nueva forma de entender el humor. Descanse en paz este hombre sencillo, creativo y genial, que tantas tardes magníficas nos dio a todos y que recordaremos para siempre. Gracias Chiquito.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios