Letra pequeña

jAVIER NAVAS Baena

Terrores primarios

EN la hora más sanguinaria de la Revolución Francesa, el Ciudadano Danton, para que la caza de contrarrevolucionarios no se detuviera ante los escrúpulos, arengó a la Convención: "Ciudadanos, seamos terribles y el pueblo no tendrá que serlo". Dejando el Terror aparte, Danton, una cabeza privilegiada que cayó en la misma espuerta que las de Luis XVI y Robespierre, planteaba un problema recurrente en las democracias: si los partidos pueden permitirse los usos democráticos. O se aceptan el cacareo y el caos en el propio gallinero o se saca la macheta de cuando en cuando y se sacrifica algún pollo bravo para que el pueblo duerma tranquilo.

Conviene que circulen ideas dentro de una formación política; las llaman "sensibilidades". Pero mientras en las elecciones generales no implanten la lista abierta para que el votante sepa a quién está votando, hay que proponerle una candidatura monolítica, no sensiblerías. Robert Michels describió una "ley de hierro" por la cual incluso las asociaciones obreras terminan dirigidas por élites si aspiran a ser algo más que un campamento de boy-scouts. Michels acabó saludando a los nazis como ejemplo de organización eficaz y moderna; quizá parezca que un tipo así no entenderá mucho de democracias, pero le pasa como a Danton: la miran desde fuera y eso da perspectiva. Además, no andaría tan despistado cuando Hitler salió Canciller.

La turbulencia de las primarias de C's en Málaga, la decepción de la base y la tensión en el ápice no se deben a que sea un partido poco democrático sino a que todavía es poco partido. Igual que Podemos, mareado de dar vueltas en sus círculos, se vende como un producto novedoso, sin la herrumbre de los grandes; probarían que a demócratas no les gana nadie si por sus filas campaba la democracia. Criaturitas. A sus despachos todavía no se les ha secado la pintura y deben administrarse con tranquilidad y confiando en el administrador de al lado. Más allá de la corrección política, los votantes quieren que les presenten el mejor candidato, con respaldo, y ellos lo aprobarán o no. Cómo llegara ese candidato a encaramarse en los carteles de propaganda les da lo mismo, lo del sufragio soberano viene luego. El partido, que sea terrible; de ser demócrata me ocupo yo. Ciudadanos se equivocó planteando un conflicto falso al que desde el principio se le impuso el resultado. Ahora ha llegado el momento de la macheta.

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