Al margen

Ramón Triviño / Almargen@malagahoy.es

Tirarse de los pelos

LA pre campaña electoral ya lo invade todo y en esta ocasión, de nuevo, en Málaga se produce un fenómeno que la convierte en escenario de atención nacional por la presencia de cuatro mujeres al frente de las candidaturas con mayores posibilidades de victoria.

Aunque en los tiempos que corren haya que andarse con pies de plomo para escribir sobre el protagonismo político de las féminas, por el riesgo de que éstas, en su defensa y en medio de una carrera en la que vale casi todo, cuelguen al cronista el sambenito de machista o de activista de la misoginia, como estos días ya le ha ocurrido a algún colega que se limitaba a narrar los ímpetus de Celia Villalobos al desempolvar por su cuenta y riesgo la vieja versión del Plan Guadalmedina, cuando todo el mundo sabe, diga lo que diga la veterana diputada popular, que ahora los tiros van por otro lado.

Hay que reconocer que en la selva mediática en la que se desarrolla esta contienda electoral, y ahora aún más espesa por el destacado papel que empieza a jugar la red de redes, es bastante complicado sacar cabeza y llamar la atención del electorado, que atónito asiste a un espectáculo propio de un patio de vecinos y con temas que, por lo general, tocan bastante de lado al común de los mortales. Como muy bien ilustró el programa radiofónico La tapadera el pasado lunes, a veces los candidatos y candidatas en su empeño de venderlo todo se meten en el terreno de lo ilusorio, por decirlo de manera fina.

Tras una conferencia de la candidata socialista Magdalena Álvarez en la que repartió más millones que la Primitiva, un avezado reportero tuvo que pedir a la ministra que pormenorizara un poquito esa tormenta de euros. La señora, no de muy buenas maneras, intentó salir del berenjenal en el que se había metido ella solita, pero con la mala fortuna de que todo el que la escuchó se dio cuenta de que le había patinado la pletina.

Y es que el humo es uno de los ingredientes que cada convocatoria electoral viene a complicar la clara visión de las ofertas de las distintas opciones políticas. Así, por ejemplo, Villalobos que no disimula su poca simpatía por Alvarez, dijo de su contrincante que "su presencia en nuestra ciudad empieza a ser cansina", para invitar después a la ministra de Fomento a "dejarse de vender humo y centrarse en resolver los problemas de su Ministerio, que no son pocos".

A esa mezcla visible de gases producida por la combustión de una sustancia, también se ha referido la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, que cargó contra su oponente socialista en las elecciones autonómicas, la consejera de Cultura, Rosa Torres. De ella dijo que "en la empresa privada estaría despedida, no repetiría, porque no ha destacado por nada y no ha terminado una sola gestión".

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