Cuentan que una vieja sinagoga de Kiev, durante la lectura del Shema, la mitad de la congregación se ponía de pie y la otra permanecía sentada. Durante el servicio comenzaban a discutir entre todos sobre si había levantarse o no. Era tal el tono de la discusión que un día el Rabino no aguantó más e interrumpiendo la plegaria grito: -¡Basta! No podemos seguir así. Todo el tiempo gritando en el templo ¿Cómo vamos a solucionar esto?.

Uno de los asistentes pidió la palabra y propuso: ¿Porqué no consultamos a uno de los miembros más antiguos de la comunidad para saber como fue siempre?. Dicho y hecho. Al día siguiente fueron al asilo el rabino, el representante de los que se levantaban y el de los que permanecían sentados. Llegaron ante un hombre muy mayor, y el que representaba a los escuchaban de pie le pregunta: -Reb Zvi ¿No es cierto que durante el Shema la tradición es que hay que levantarse?

-No -contesta el anciano-. Esa no es la tradición.

-Claro -dice el de los sentados- la tradición es que hay que permanecer sentados.

-No -contesta Don Zvi-. Esa no es la tradición.

El Rabino muy malhumorado dice: -¡Ya no sé que hacer, están discutiendo y discutiendo todo el tiempo!!!

En ese momento el viejito Zvi mira al rabí le dice: ¡Esa, esa es la tradición!

Los procesos congresuales en la izquierda española también mantienen sus tradiciones. No es habitual el consenso pleno en torno a una candidatura. En ocasiones las diferencias se extienden a la estrategia a seguir o importantes matices en el proyecto político. Salvo algunas excepciones donde liderazgos fuertes con un proyecto claro han aportado estabilidad durante años, lo habitual es escoger. ¿Es tradición? Si miramos la evolución histórica desde finales del XIX no tardan en aparecer las diferencias. Con apenas tres décadas de vida el PSOE sufrió una escisión influida por el contexto internacional que se materializaría en el PCE. Después, Prieto, Largo Caballero y Besteiro durante la dictadura de Primo y II República. Suresnes. Felipe y Alfonso. Almunia y Borrell. El congreso a tres de Zapatero. Rubalcaba y Chacón. Madina, Sánchez y Tapias. Ahora parece que volverán a ser tres.

En una democracia moderna la pluralidad bien llevada es más que saludable. La derecha patria paradójicamente parece estar más cerca de Bulgaria en sus procesos internos. Las guerras descarnadas son castigadas electoralmente. Quizá una confrontación de candidaturas donde prevalezca el respeto y el compañerismo sería sin duda lo más recomendable pero no sé si es la tradición.

https://www.youtube.com/watch?v=18swCqwYLf4

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