Punto de vista

josé Ramón / del Río

Tribulaciones de Rato

RODRIGO Rato se presentó al Congreso de los Diputados por la provincia de Cádiz en 1982 y aunque en estas elecciones, el PSOE obtendría 6 diputados, AP conseguiría los 2 restantes. Rato fue diputado en esa legislatura y, como ninguno teníamos experiencia política, nos enseñó mucho sobre esa noble ocupación. Así, algo que no es muy frecuente en el gremio: su dedicación al trabajo, porque venía todos los fines de semana y recorría la provincia, celebrando reuniones y dando charlas. También nos ilustró que la intriga y el doblez son consustanciales a la política. Su trato era agradable y educado, aunque por sus orígenes madrileños-astures no acababa de entendernos a los andaluces. Hubo que explicarle que significaba lo que alguien le decía con reiteración: "Rodri, en el Oeste, hubieras muerto joven". Dejó aquí muchos amigos y admiradores y en la siguiente legislatura, "para que dejara de enredar"(sic) Fraga lo presentó por Madrid.

Desde que Aznar fuera designado por Fraga presidente de AP, su carrera fue meteórica. Licenciado en Derecho y con un máster en Administración de Empresas por la universidad de Berkeley, fue ministro de Economía (entonces se doctoró en Economía Política), vicepresidente 2º del gobierno y luego 1º. A él se le atribuyó la recuperación económica de España y se daba por hecho que Aznar lo designaría su sucesor en la presidencia del PP. Sin embargo, Aznar se decantó por Rajoy.

La compensación no fue mala. Por el turno de España se le designó Director Gerente del FMI y por razones no bastante explicadas dio la espantada. Aznar siguió compensándole, porque le hizo presidente de la Caja de Madrid, y de Bankia. Ahora han pasado los días de vinos y rosas. Se encuentra imputado y se le exigen fianzas de 800 millones de euros por su gestión en Bankia. Le dejan en mal lugar, porque su número dos ha declarado que le advirtió de que las tarjetas opacas eran una mala práctica.

Lo último ha sido lo de los cojines. Resulta que llevó a una costurera cojines que tenía en alta estima y se escandalizó del precio que le pedían, de 20 euros, por coser unos rotos. Tardó tanto tiempo en recogerlos que la costurera los entregó a una ONG. Rodrigo ha presentado una reclamación por 380 euros en la Oficina del Consumidor. Y encima, el líder del PSOE va y dice que hubo rescate y que se hizo para salvar al "soldado Rato" .

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