Luces y sombras

¿Cuánto 'Valley' Málaga?

ADMITO que a estas alturas no sé exactamente qué es el Málaga Valley, lo que no me deja en buen lugar como responsable de un medio de comunicación. En mi descargo diré que primero creí que consistía en convertir la ribera de nuestro Guadalmedina en la Avenida del Conocimiento, para que un puñado de genios sintieran el irrefrenable deseo de vivir aquí y después, al abrigo de su talento, acudirían los inversores para dar forma a esa ingente capacidad de creación. Luego supuse que se trataba de convertirnos en una ciudad wifi, con sus ciudadanos permanentemente conectados con la información. Y gratis, como exige ese primer mandamiento no promulgado de la nueva era internet.

Pero desde el lunes conozco algo más. Me invitaron, en representación del Grupo Joly, que edita este periódico, a la quinta reunión de presidentes del Club Málaga Valley y entonces supe que se trata de generar influencias, como un lobby tecnológico con base en Málaga. La naturaleza obliga a los periodistas a ser escépticos. Pero tampoco se trata de criticar por gusto un proyecto ambicioso porque esta ciudad no está sobrada del sustantivo y menos del calificativo.

Al frente de la idea, porque es suya, está un abogado con un centenar de letrados en su bufete. Teclear su nombre en Google, empresa miembro de nuestro club, equivale a más de 100.000 referencias en tres décimas de segundo. Javier Cremades disfruta de la confianza ciega del alcalde, Francisco de la Torre, un mérito sólo al alcance de privilegiados. El núcleo de las personas y empresas que se reúnen en torno al Málaga Valley es de una categoría imponente. El despacho Cremades-Calvo Sotelo no dirige una ONG, así que sus gestiones tendrán un alto precio. Irrisorio si al final los beneficios llegan. También en esta reunión nos advirtió de que no esperásemos resultados tangibles en una década. Y allí mismo nos anunció su intención de clonar en Buenos Aires la estrategia malagueña que, en su opinión, es complementaria a ésta. Seré paciente con el Málaga Valley, si su impulsor demuestra mesura en su avidez. Cremades también tiene abierta oficina en la capital argentina.

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