Lo que la actualidad esconde

El obispo de Málaga ha decidido que es el mejor momento para canonizar mártires de la Guerra Civil

Imposible sustraerse a todas las noticias que tienen como epicentro a Cataluña. Aunque prefiero quedarme con el increíble ingenio que se exhibe en todos los memes y sucedáneos que estos días circulan por las redes sociales y donde no hay comparación posible. Nuestra capacidad para reírnos de nosotros (preferentemente del rival) en los momentos más complejos supera con creces las ganas de autodestruirnos.

En un escenario como el actual, el periodismo local queda en un segundo plano. Todas las conversaciones que se escuchan en la calle giran sobre el mismo tema. Para ocupar ese espacio y atraer la atención de la audiencia, a veces, una alternativa algo forzada es malagueñizar el conflicto. Es decir, contar con testigos de la provincia lo que sucede. Pero, en este caso, el problema es que lo que sucede no nos es ajeno, es también nuestro problema.

El esfuerzo por marcar la agenda informativa con historias locales es inútil ahora. Pero pasan cosas. Pasan de puntillas pero no son banales. Por ejemplo, mañana lunes 90 niños de un club de baloncesto tienen que dejar de entrenar en las pistas del colegio Lex Flavia, porque con las denuncias de los vecinos por el ruido los responsables del equipo pueden incurrir en una infracción penal si continúan. Ésa es la solución, que las pistas deportivas de los centros educativos malagueños no se usen fuera del horario escolar. El Ministerio de Fomento cree que no es rentable llevar un Cercanías al Parque Tecnológico de Andalucía. Como los trenes sólo estarían ocupados en el horario de entrada y salida, no merece la pena la inversión. Pero es que el Metro, que en realidad es un tren ligero, también descartó ampliar su trayecto a la tecnópolis. Carece de posibilidad de transportar a los pasajeros que usarían el transporte en estas horas punta. El PTA celebra este año su 25 aniversario. Es la joya de la corona, la gran alternativa a este modelo económico de turismo y construcción. Pero en un cuarto de siglo, las administraciones públicas han sido incapaces de hallar una solución al problema de movilidad.

Con muchas iglesias en Cataluña sumadas al proceso independentista, incluso con párrocos que autorizan un recuento de votos ante el altar, mientras oficia la misa, la veda se ha abierto. Un cura malagueño ha querido demostrar que la fe es muy plural y ha convocado a sus fieles a las puertas del templo con banderas españolas. Y, mientras, el obispo de Málaga a lo suyo. Debe entender que este momento es el más adecuado para iniciar el proceso de canonización de 214 "mártires" que, en su opinión, dieron su vida en la "persecución religiosa del siglo XX". Un eufemismo para eludir el término Guerra Civil que debe sonarle mal.

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