E XPONGO estos días en Sevilla y el evento me permite pasear la ciudad. Con agradable sorpresa reparo que han rescatado del botellón la plaza de El Salvador y, posteriormente, restaurada la iglesia. Un bello bronce homenaje a Martínez Montañez preside el espacio. Encuentro abierta la iglesia y me apresuro a visitarla. Magnífico y exquisito templo. A la derecha me sorprende un Ecce Homo sentado que atribuyo a La Roldana, magnífico. Una Virgen Reina de lo Creado, oferente, con Niño Jesús, tardogótica, llena solemne una entera capilla. Al frente, un estremecedor Crucificado, típico de Juan de Mesa. El retablo central dedicado a El Salvador es barroco e irrepetible. Los Martínez Montañez llenan bellísimos espacios. Termino mi recorrido sin tener nada cierto, ya que todas las capillas carecen de información o cepillo que indiquen a quién están dedicadas. Pregunto a una especie de azafata el porqué de este anonimato y con especial gracia me responde: "El cura dice que esto no es un museo ni ná, que aquí se viene a resá". Punto.