EDITORIAL

Los beneficios de la visita de Mrs. Obama

LA visita que la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, está realizando estos días a Andalucía con motivo de sus vacaciones estivales con su hija pequeña, Sasha, supone todo un acontecimiento popular e informativo que, sin embargo, tiene también su importancia política y económica. En primer lugar, porque teniendo en cuenta la frialdad con la que se habían venido desarrollando desde hace ya algunos años las relaciones Estados Unidos-España durante la última etapa de la Administración Bush, el cambio de tono es palpable. Elocuente. La era Obama ha supuesto la normalización de los intercambios políticos y diplomáticos de España con la primera potencia mundial de forma discreta y, al tiempo, sólida. También implica todo un espaldarazo en términos publicitarios y de imagen para un sector -el turístico- del que vive buena parte de España. En el caso de Andalucía, la importancia de la visita de Michelle Obama es aún más intensa. Elegir Marbella y Granada, dos ciudades andaluzas, para descansar aunque sólo sea durante unos días de agosto es tanto un reconocimiento a la calidad de la industria turística regional -capaz de acoger a personajes de la importancia de Mrs. Obama- como una impagable y sobrevenida proyección de nuestra tierra en términos de imagen que, en los actuales tiempos que corren, no puede más que agradecerse. El recibimiento que Andalucía ha deparado a la esposa del presidente de Estados Unidos ha sido cordial y muy afectuoso. Como es norma de esta tierra. Consecuencia además del carácter espontáneo de la pareja que forman ambos. La primera dama se ha dejado ver en todo momento por Marbella y Granada y, aunque por seguridad ha estado rodeada de importantes medidas de protección, no ha renunciado a pasear por la calle, hacer compras y mostrarse todo lo relajada que la situación le permitía. Andalucía muestra durante esta visita lo mejor de sí misma no sólo por sus evidentes beneficios publicitarios, sino porque está convencida de que su oferta turística, en comparación con otras alternativas que existen en el mercado, sigue siendo excelente. Así pues, no cabe sino felicitarse por la elección de la primera dama.

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