HABÍA sido un día de calor sofocante, como el de estos días, de esos que aplastan y que parecen inducir al pesimismo. Quizá fuera ese el estado de ánimo que teníamos cuando un querido colega y yo nos encontramos de casualidad hace varias semanas en la estación María Zambrano esperando la llegada del AVE.

Un encuentro de colegas al margen del trabajo apresurado al que induce el periodismo activo es un paréntesis de complicidad y solidaridad, y sólo son necesarios unos instantes para que aparezcan todos los fantasmas que amenazan el futuro de esta profesión: la irreflexiva sociedad a la que nos dirigimos, la frivolidad del enfoque periodístico en programas y reportajes televisivos, la caída del periodismo de investigación o la amenaza que se cierne sobre el formato de papel impreso de los periódicos, que probablemente irá muriendo junto a sus lectores, ya que las nuevas generaciones optan por internet sin dudarlo.

Quizá lo que menos importe sea el formato si las garantías se centran en la seriedad de la información que se ofrece. Ése es el reto, enseñar a las nuevas generaciones a acceder a internet con espíritu crítico.

Siempre he pensado que a la escuela de hoy le falta dar un salto, acercarse a la actualidad y trasladarla de manera que los alumnos puedan ir interpretando lo que hoy ocurre en el mundo. Sólo así serán en el futuro adultos informados y no masas sólo pendientes de las vacaciones de Belén Esteban a las que pueda mantener entretenidas con naderías. Hoy por hoy la actualidad no forma parte de los planes de estudios, quizá porque nuestras autoridades educativas no la consideran prioritaria. Lo cierto es que el seguimiento de la actualidad ayuda a reflexionar sobre la sociedad que construimos cada día, y sería otro elemento más en el que apoyarse para educar en valores.

El pesimismo del día del encuentro en la estación se me fue ayer de un plumazo, después de encontrar en internet, el blog de la maestra o el blog de sexto B del colegio público Nuestra Señora del Carmen de Estepona. Les sugiero que lo visiten y se asombren. Diez niñas, quince niños y la maestra ofreciéndonos sus reflexiones y sus trabajos desde el mismo momento en el que tuvieron las redes a su disposición.

El secretario general del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia, ha anunciado que más de 47.000 alumnos de Málaga de quinto y sexto de primaria y primero de ESO contarán con un ordenador portátil este próximo curso. A esto hay que sumar los portátiles de los profesores, los ordenadores de las aulas y las pantallas digitales de las que dispongan 533 centros educativos malagueños.

El programa Escuela Tic 2.0 es una buena iniciativa, pero no va a ninguna parte si sólo ofrece portátiles gratuitos con los que jugar. Hacen falta ejemplos como el de la maestra del blog de sexto B, profesores que se pongan las pilas y aprovechen las nuevas tecnologías para ofrecer a sus alumnos de la forma más amena y entretenida una nueva forma de participar y aprender y, cómo no, de poder acceder a la actualidad para entenderla. La esperanza del futuro está en la escuela.