Se dice que la curiosidad mató el gato, pero en este caso la intervención de tres bomberos malagueños ha conseguido salvar la vida de un minino. Ayer por la tarde, una vecina del barrio llamaba al cuerpo de bomberos para avisarles de que llevaba más de una semana escuchando a un gato maullar. El animal se encontraba atrapado en un socavón de unas obras paralizadas en la calle Cabas Galván. A las 18:00, tres bomberos, un conductor y un cabo se desplazaban hasta el lugar. Finalmente, lo rescataron en 45 minutos y la vecina se quedó con el animal.
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