LAMENTABLEMENTE se da por hecho que en cualquier acto en el que haya representantes políticos de diferente signo se van a tirar unos a otros los trastos a la cabeza. Ni que decir tiene que los plenos de los ayuntamientos o de la Diputación son un buen caldo de cultivo para escuchar todo tipo de desprecios, descalificaciones y acusaciones, algunas de ellas muy duras, que siempre acaban en nada. El Pleno extraordinario de Diputación celebrado ayer fue otro ejemplo. Francisco Conejo, portavoz socialista, acusó al presidente de la institución, Elías Bendodo, de ser "sectario", mientras que éste último le dijo a Conejo directamente a la cara que "miente sin inmutarse y eso es lo que hacen los malos políticos". El portavoz socialista pidió réplica pero se había levantado la sesión y no se le concedió. Momentos antes, Conejo había atacado la política del PP en el organismo y, sin venir muy a cuento, los populares le recordaron a Conejo que el PSOE está en pleno debate interno y que peligra su mantenimiento como secretario de Organización en Málaga. Un fuego abierto que no aporta nada y que da mala imagen.

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