La ceremonia de la sucesión

Bendodo gana tiempo al abrir la puerta a repetir por tercera vez como presidente de la Diputación de Málaga

El año acaba igual que comenzó. La ceremonia de la sucesión del alcalde de Málaga en la candidatura de su partido en las municipales de 2019, es más bien la de la confusión. El proceso ya se antojaba muy complicado. Francisco de la Torre dice con la boca pequeña que se va, en las reuniones con sus interlocutores del partido traslada su máxima disposición a colaborar en la transición, incluso formalizó una oferta que el receptor no contempló en su momento.

Pero en su comportamiento público deja la impresión de que quiere repetir, que la ciudad lo necesita y que, de alguna forma, algunos pretenden forzar su marcha en el momento en que la marca Málaga se halla en el punto más alto de su historia. Y con un proyecto todavía por rematar. Y para acompasar las evidencias, lejos de dar señales de agotamiento, imprime un ritmo aún más frenético a su agenda de actos.

La secretaria general del PP ha dicho por activa y por pasiva que Elías Bendodo, el presidente de Diputación, será el candidato. Juan Manuel Moreno Bonilla, el dirigente popular en Andalucía, casi suplica a la dirección nacional (la que debe realizar la designación) que adelante a enero el proceso, previsto para abril o mayo, para despejar la incertidumbre. Pero las lógicas y recurrentes preguntas de los periodistas colocan el tema cada cierto tiempo de actualidad. Un bucle muy enrevesado.

Quienes creen conocer el proceso aseguran que nada ha cambiado sustancialmente. Bendodo camina hacia su candidatura y es conocedor de que el regidor acepta entregarle el relevo. Pero, a día de hoy, no quiere jubilarse. Encontrarle una función suficientemente atractiva y que permita la convivencia entre los dos dirigentes no será nada fácil. Bendodo ha dado un curso integral de paciencia zen. Sabe que cualquier tropiezo le puede descabalgar. Y ha aceptado un consejo que en su día le dieron algunos allegados. Él mantenía que únicamente permanecería ocho años al frente de la Diputación. Si finalmente debe ceder y aceptar que De la Torre encabeza en 2019 la candidatura a la Casona del Parque, se habría quedado sin alternativa para continuar en la batalla por la sucesión. Pero esta semana, en una entrevista a la agencia Europa Press, ya pronunció la frase de manual para abrir la puerta: si el partido se lo pide y aunque es partidario de no permanecer más de dos mandatos, contemplaría un tercero al frente de la Diputación provincial. Un oportuno paso atrás con el que gana tiempo, elimina urgencias y le permite continuar a la expectativa. Si De la Torre desea continuar, que lo pida. El partido respetará su deseo.

Un toma y daca. Una partida de cartas en la que siempre el alcalde da la impresión de que se guarda el último as.

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