EL relevo de Chaves por Griñán al frente de la Junta de Andalucía y, dentro de dos semanas, a la cabeza del PSOE andaluz no ha bastado para frenar el desgaste del socialismo gobernante y el consiguiente avance del Partido Popular. A la cuarta -vez que lo intenta Javier Arenas- puede ser la vencida.

O no. La encuesta que publica hoy el Grupo Joly no es concluyente. Durante el año 2009 los distintos barómetros de opinión reflejaron que el PP recortaba espectacularmente la ventaja que el PSOE de Chaves le sacó en las elecciones autonómicas del año anterior -el único dato realmente objetivo sobre la situación política- y que incluso el efecto positivo de su sustitución por Griñán se ha ido diluyendo con el tiempo. Pero el invierno lluvioso y con agravamiento de la crisis no ha intensificado la tendencia. Más bien la ha estabilizado.

La ventaja socialista es ciertamente reducida (0,4 puntos), pero sigue siendo la misma que en el otoño pasado. No ha habido, pues, sorpasso, sino empate técnico. Las fuerzas están igualadas, aunque el partido en el poder está en proceso de retroceso constante y el de la oposición en avance insuficiente, y ello a pesar de que las expectativas electorales del PSOE se ven netamente perjudicadas por el factor Zapatero. Quiero decir: por la pésima imagen que proyecta el presidente del Gobierno también en Andalucía, donde siete de cada diez ciudadanos le consideran no capacitado para enfrentarse a la crisis económica y cuatro de cada diez de sus votantes pide que el candidato socialista a La Moncloa sea otro.

Aun con este panorama, insisto, no tengo yo claro que el PP vaya a gobernar en Andalucía a partir de 2012 (o antes, si se adelantan las elecciones). Primero, porque no hay una barrida en los sondeos, sino un estancamiento y un equilibrio. Segundo, porque si el Gobierno de Griñán suspende con un 4,8 puntos de calificación la oposición pepera suspende con 4,1, y el propio Arenas está peor valorado que el actual presidente (4,6 frente a 5); y tercero, porque si el 49,5% de los andaluces declaran que el PP es la solución para Andalucía un 46,3% piensa que no lo es. Creen en el cambio casi los mismos que se muestran escépticos de que Andalucía vaya mejor con Arenas al frente.

Hay un cuarto factor que las encuestas no pueden tener en cuenta, pero que pesará, y mucho, sobre el futuro político andaluz: el Partido Popular no sólo necesita ganar en las urnas, necesita ganar por mayoría absoluta, porque los pequeños partidos que podrían sumarse al cambio (PA, UPyD) no aparecen como conquistadores de escaños. Por el contrario, el PSOE puede formar mayoría, aun perdiendo frente al PP, con los diputados de IU. La coalición ya está contemplada.

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