Varias capitales españolas, entre ellas Madrid, empiezan a reaccionar contra la presión inmobiliaria que ejerce contra los vecinos que viven de alquiler la proliferación de viviendas para uso turístico. Permitir ese uso sólo a las viviendas que tengan acceso independiente a la calle es una de las medidas adoptadas, con el objetivo de que no en cualquier edificio de viviendas sea posible ejercer este tipo de actividades económicas. Málaga es un destino turístico por excelencia y tiene también el mismo fenómeno de proliferación de pisos turísticos. Quizás es momento de plantear ya medidas como ésa.

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