De guardia en agosto

Cuando regrese de sus dos semanas de vacaciones Francisco Conejo, verá que no son fechas para bajar la guardia

No es agosto un mes inhábil y apropiado para tomarse las vacaciones y alejarse de la actualidad. La historia reciente así nos lo muestra. Fue la fecha que escogió Sadam Husein, hasta entonces fiel aliado de los intereses occidentales, para invadir Kuwait y desestabilizar la región. Corría el año 1990 y no es necesario resumir todos los acontecimientos que se han sucedido de una forma vertiginosa en estas tres décadas. Hasta este misma semana, también de agosto, con esos ataques terroristas de Barcelona, que una vez más nos muestran que el horror formará parte de nuestra cotidianidad. Qué estúpidas parecen las batallas nacionalistas o independentistas ante la crudeza de una amenazante realidad global. Por cierto, mientras discutíamos de turismofobia, con Cataluña en el epicentro del debate por las posturas radicales de algunos grupos políticos, alguien decidía intentar asestar un golpe a este sector vital para la economía española con los atropellos. Sólo hay que repasar las numerosas nacionalidades de las víctimas de Cataluña para determinar que no fue la casualidad la que movió a los supuestos yihadistas.

En Málaga despedimos la Feria. Las crónicas costumbristas de Pablo Bujalance han sido lo suficientemente explicativas para que una vez más se pueda definir qué es hoy la feria del centro. Se trata de decisiones políticas. No hay dudas en el diagnóstico, la deriva y la imposibilidad de encauzar la situación. Pero ni la oposición y menos el equipo de gobierno están por la labor de asumir el coste de una resolución que sería muy impopular. Y tampoco nos ha faltado el conflicto del taxi. Un colectivo que rara vez se gana las simpatías del usuario. Por ahí deberían comenzar sus reflexiones. Las huelgas sin previo aviso tampoco son la fórmula para sumar adeptos.

Cuando esta semana regrese a Málaga, tras pasar dos semanas de vacaciones Francisco Conejo, secretario de Relaciones Institucionales del PSOE andaluz, comprobará que nunca se puede bajar la guardia en agosto. Aunque una asamblea de representantes de Opción Sampedreña (OSP) hubiera ratificado el pacto de gobierno en Marbella con los socialistas hasta 2019. Cuando son 30 los que tienen que decidir y uno el que manda de verdad, la clave es repetir las votaciones hasta que democráticamente salga el resultado que satisface al líder.

El próximo martes 29 se debe debatir la moción de censura que llevará a la Alcaldía, de nuevo, a Ángeles Muñoz, que ya estaba defenestrada por su propio partido, con dos rivales disputándose la sucesión, y que ahora aparece como figura emergente. El PSOE se ha apuntado con rapidez a la teoría de la conspiración. Pero Javier Arenas lleva toda la vida veraneando en Marbella, en agosto.

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