La celebración del Día sin Coches dejó ayer una imagen atípica durante toda la jornada, con dos de las principales vías de la capital casi desiertas y con el tráfico reservado tan sólo a los taxis y autobuses de la Empresa Malagueña de Transportes. La medida trata de concienciar de la necesidad de que se use en mayor medida el transporte público y se limite el vehículo privado, lo que sin duda redundará en la reducción de gases contaminantes y en la descongestión del tráfico. El cierre de estas vías tuvo defensores y detractores y provocó algunas retenciones en las carreteras aledañas.
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