EL próximo lunes día 2 de diciembre podremos saber si liberan de una prisión de Japón a Iwao Hakamada. El próximo lunes 2 de diciembre podríamos saber si se ha cometido uno de lo más grandes errores de la Justicia mundial. Dentro de nueve días sabremos si un hombre inocente ha cumplido una condena de 45 años por otro error y desidia judicial. Iwao es un hombre que hoy tiene 77 años, padece una enfermedad mental de un grado que se desconoce pero que le ha permitido poder escribir una carta a su hijo asegurándole, una vez más, que su padre nunca ha matado a nadie y que romperá las cadenas de hierro que lo atenazan para volver a su lado. Iwao era un hombre que se crió en una sociedad herida por los devastadores golpes de la Segunda Guerra Mundial que dolían más que los porrazos que recibía en el ring donde se ganaba la vida como boxeador profesional pero sin éxito. Una mala noche de junio de 1966, Iwao era detenido por la Policía acusado de haber incendiado y asesinado al director de una fábrica, a su esposa y sus dos hijas. Entonces nadie declaró en su defensa puesto que a ningún testigo tomaron declaración. No pudieron atestiguar o los investigadores no quisieron buscar a quien lo hiciera. Iwao veía con desesperación cómo su caso se llenaba de irregularidades incluso llegó a confesar el crimen después de haber sufrido durante 20 días de interrogatorio el maltrato y las amenazas de la policía. Tampoco le permitieron tener un abogado. En 1968 fue sentenciado a morir en la horca. La Corte Suprema ratificó la sentencia. Ahora han aparecido nuevas pruebas, entre ellas 130 archivos que ya han sido entregados a la Fiscalía y el testimonio de dos hombres. Dos hombres que han declarado que compartían el piso con Iwao Hakamada y que volverán a ratificar ante el juez su versión. La historia que nunca le creyeron a Iwao pero en la que un grupo de abogados ha montado para descubrir la auténtica verdad del hombre que más tiempo ha pasado en una prisión, en todo el mundo, y que por ello figura en el libro Guinnes de los récords. La luz ilumina la celda de Iwao en cuya pared ha pegado un calendario para ir tachando los días que quedan para conocer su nuevo destino. Cada día pesa, ahora, más que cada año condenado. Pero desea escuchar la voz de sus compañeros de vivienda y digan lo que aquella confusa noche sucedió: que estaban en el piso, escucharon las sirenas de la Policía, vieron que se había desatado un incendio en la fábrica de al lado y bajaron para ayudar a sofocar las llamas. Los agentes detuvieron a Iwao como sospechoso del crimen de la familia del director de la fábrica. Ninguno de los gritos de Iwao jurando por su inocencia fueron atendidos. El próximo lunes 2 de diciembre sabremos si el hombre que más tiempo lleva en una cárcel es un hombre inocente.