EN fútbol la estrategia se identifica con aquellas acciones que se ejecutan a balón parado, mientras que la táctica es la suma de maniobras colectivas para superar las acciones defensivas del contrario y siempre cuando el balón está en movimiento. Teniendo claro esto, que es lo que un técnico puede entrenar con sus jugadores, en el partido de ayer no se le puede recriminar nada a Pellegrini. Porque un entrenador está para que su equipo genere situaciones de gol y para que a su equipo no se las generen. Aparte está la estrategia, que la puedes entrenar pero en un 99% depende de la concentración que tengan los jugadores. A partir de aquí, y una vez que el balón empieza a rodar, todo depende del acierto de los futbolistas.

En el partido de ayer se hizo todo para ganar pero nos faltó el acierto que hay que tener para traernos los tres puntos de San Mamés. El Málaga llegó a la portería contraria mucha veces y no materializó; en tres minutos el Athetic ya nos había metido tres. Es fácil decirlo ahora y a toro pasado pero esto es fútbol y el que perdona lo termina pagando.

Este partido nos tiene que servir para saber que se le puede jugar de tú a tú a cualquier equipo y en cualquier campo, porque lo del primer tiempo del Málaga bajo mi punto de vista fue espectacular. Ahora seguro que saldrán a decir que el Málaga no tiene delanteros, que al equipo le falta un goleador nato, que Rondón, bla, bla, bla. El equipo tiene lo que tiene, con sus defectos y sus virtudes pero son estos jugadores los que nos tienen que llevar a cumplir el sueño de meternos en Europa.

Hay algo que no comparto con las declaraciones de Pellegrini cuando dice que se va con el convencimiento de que a este equipo no le falta espíritu, juego, ni intensidad. Si está convencido de todo esto, yo me pregunto ¿qué nos falta para ganar fuera de casa? Porque con estas tres cosas tu puedes perder un partido, dos o tres por la falta de acierto pero no ocho, de los que cinco son contra equipos con mucho menos potencial que el nuestro. Algo más nos falta y hay que tratar de darse cuenta rápido porque las jornadas van pasando.