LOS designios de Zapatero son inescrutables, pero si finalmente ha aceptado desprenderse del ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos para que sea candidato a la Alcaldía de Córdoba, tal como le ha solicitado el secretario general de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, en el banquillo de suplentes aparece como jugador número 12 el secretario de Estado de Presidencia, el malagueño Bernardino León Gross, que nunca ha dejado de ejercer la diplomacia, incluso en el reciente conflicto con Marruecos. Le esperan semanas de incertidumbre hasta que se despeje el terreno de juego.

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