No sé en qué momento Sáenz de Oiza decidió mimetizarse en Le Corbusier y se compró unas gafas redondas de pasta negra como las de su maestro. Lo que sí recuerdo es el día que se las vi en una conferencia en la Escuela de Arquitectura de Sevilla. Invitar a Oiza a hablar sobre Mies van der Rohe era algo así como proponerle a Florentino Pérez que haga una glosa de las virtudes del juego de Messi. "Como ustedes saben, Mies fue un arquitecto del movimiento moderno coetáneo de Le Corbu, que es quien a mí siempre me ha interesado. Hasta aquí todo lo que tengo que decirles de Mies y ahora les hablaré de Le Corbu". Y se puso a hablar de su ídolo con la incontinencia verbal de quienes saben que semejante concentración de público no está allí por el mensaje, sino por el mensajero.

Confieso que no le tomé la filiación a los centenares de asistentes a aquella clase magistral. Pero tan seguro estoy de que aquella tarde Susana Díaz no estaba allí, como de que alguien le ha pasado el vídeo. A ella y a todo su equipo. A los maestros hay que ir a oírlos, me aconsejaba un profesor. El motivo no es más que una excusa, porque lo que realmente interesa es su vida. Pasada, y sobre todo, futura. Aunque la que está por venir sólo la insinúen; que siempre es bueno dejar un hueco a la imaginación. Aquello que imaginas lo haces tuyo y es difícil que defraude. Y si todos nos lo imaginamos, da igual que no se hable del arquitecto anunciado o de los problemas del municipalismo. Lo importante es proyectar la imagen de un futuro de revista ante un auditorio entregado.

Si Mies es recordado por su edificios en acero, Le Corbu está asociado al hormigón. El tiempo y nuestras obras forjan los adjetivos con los que nos conocen. Pedro Sánchez pretende que se le reconozca como el candidato de los militantes, aunque también militan quienes votarán a Susana y Patxi López. El sábado se lo pusieron en bandeja. Una convocatoria a alcaldes y concejales que se convierte en un baño de multitudes con federaciones regionales fletando autobuses, la incógnita sobre quién convocó y pagó el alquiler del recinto, y la transformación de un acto de "municipalismo socialista" en un mitin que preanuncia la ya conocida por todos tercera candidatura a las primarias del PSOE, invistieron a Sánchez como el candidato de las bases. Ella solita se ha puesto el sambenito del aparato al hablar de lo que le apetecía.

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