Visiones desde el Sur

Es necesario meditar

Hay grupos de poder que con una clara premeditación han radicalizado su discurso

Ysi reflexionáramos un poco? ¿Y si exigiéramos con contundencia a la clase política que nos gobierna que nos intoxique algo menos con sus luchas partidarias e interesadas y dedique más tiempo a la búsqueda del consenso en temas fundamentales que debieran ser considerados asuntos de Estado por todos los países del mundo? ¿Y si, en realidad, de manera consciente, la ciudadanía -harta de tantos dimes y diretes, de tanto navajazo a diestro y siniestro, de tanto ladrón con chaqueta de servidor público, de tanto insulto, de tanto esperpento mediático- estuviera ya demostrando una apatía imparable en todo lo relacionado con la política?

El bajo índice de participación ciudadana en los comicios de acá o acullá merece una meditación sosegada, un ejercicio de responsabilidad por parte de las personas que pretenden obtener la aquiescencia y el apoyo de la ciudadanía, y no enfangar con manifestaciones conspiratorias el arco iris mediático por donde nos inoculan las ideas.

La radicalización del discurso de la ultraderecha y los grupúsculos que se arraciman en su entorno, ayudadas por cierta prensa y por determinadas cadenas de radio y televisión dependientes de grandes empresas multinacionales, están consiguiendo crear un clima de división en bloques antagónicos, beligerantes y sin reconciliación posible. Y esto, a criterio del que firma es muy, pero que muy peligroso. Resucitar la amenaza de la guerra está impactando en buena parte de la población y alimentando un síndrome de apatía y ansiedad que no es bueno para nadie.

Se cuestiona sin empacho la labor de instituciones fundamentales para el sostenimiento del estado de derecho y eso es intolerable, inadmisible y sobre todo execrable. La judicatura, la policía, la fiscalía, pero sobre todo la división de poderes… son matizadas y corregidas diariamente por una panda de facinerosos que solo buscan la involución. Lo voy a repetir, para que quede claro. Hay grupos de poder -económicos, mediáticos, religiosos y políticos- que, con una clara premeditación, han radicalizado su discurso y pretenden romper las reglas del juego democrático.

Habrá personas que piensen que exagero y están en su derecho de hacerlo. A ellas, sólo les diría que lean la prensa diaria (toda la prensa); que escuchen las tertulias audiovisuales (todas las cadenas posibles) y luego, que reflexionen con honestidad sobre lo aquí escrito y sobre lo que acontece en el mundo en los últimos meses.

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