Esta boca es tuya

Antonio Cambril

cambrilantonio@gmail.com

El pablismo-leninismo

Tras la confirmación por abrumadora mayoría de Pablo Iglesias como líder de Podemos, el portavoz de la gestora del PSOE, Mario Jiménez, se ha apresurado a decir que "ha ganado el pablismo-leninismo, lo que significa un giro hacia la extrema izquierda. Los jóvenes comunistas han tomado Podemos llevándolo al caos de las barricadas". La frase se puede interpretar como un alarde de analfabetismo ideológico, como una ocurrencia más de los asesores y destructores de imagen para enrarecer el ambiente e impedir desde el minuto uno cualquier posibilidad de acuerdo futuro con la formación morada. Pero resulta más atinado leerla en clave interna, incluirla en la campaña electoral por las primarias de mayo. El mensaje subliminal está destinado a la propia militancia, a la creación de una paranoia en el inconsciente colectivo: si Podemos es peligroso para la convivencia, también lo es quien está dispuesto a pactar con ellos. ¡El huevo! ¡La gallina! ¡Pedro Sánchez!

Esta resurrección del fantasma comunista, propia de la retórica neoliberal y, antes, de todos los ismos de derechas, incluido el franquismo, sorprende en un partido que hace apenas dos años mantenía un acuerdo de gobierno en Andalucía con Izquierda Unida. Más allá de eso, la frase revela el tremendo nerviosismo que cunde entre la aristocracia socialista para acudir al miedo como estrategia de defensa, y de ataque, frente a sus compañeros. La invención de una amenaza exterior con el fin de nuclear las fuerzas propias es muy característica de las sociedades cerradas y tan vieja como la humanidad. Night Shyamalan, director de cine especializado en la recreación de atmósferas inquietantes, reflexionó sobre ella en El bosque, cuya acción transcurre en una aldea aislada de Pennsylvania. El lugar está habitado por miembros de una secta que han convencido a sus hijos de que en las afueras del pueblo acechan unas fieras dañinas y dispuestas a devorar al que escape de sus contornos. La ilusión se desbarata cuando dos chicos se marchan y sólo encuentran aire puro y una fauna inofensiva. ¡Ese es el fin de la comunidad!

El empeño por convertir en El bosque a todo el territorio Podemos está resultando baldío: un análisis de la última encuesta del CIS demuestra que los jóvenes han abandonado de forma masiva la aldea socialista, dejándola despoblada y envejecida. Más que en satanizar a los adversarios externos e internos, los Jiménez de turno deberían preguntarse por qué millones de votantes ya no visualizan al PSOE como un partido de izquierdas y consideran a Susana Díaz la candidata de Rajoy.

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