Punto de vista

josé Ramón / del Río

El poderío de Susana

SIN rencor, al olvidarse que Susana Díaz recibió el encargo de Carmen Chacón de conseguirle votos en el congreso de Sevilla para dilucidar si él continuaba de secretario general del PSOE o era sustituido por la catalana, ni acordarse tampoco, de que fracasó en su gestión porque él obtuvo más votos, ahora, en el congreso en Granada del PSOE andaluz, Rubalcaba le ha dedicado el mayor elogio que, a su entender, pueden dedicar los andaluces y que dice aprendió en Cádiz cuando fue diputado: poderío. Y es verdad que cuando decimos "qué poderío tiene" estamos ponderando al máximo el vigor, la energía o la fuerza de una persona o cosa. Otra expresión también muy andaluza es "tronío", que según el diccionario, es ostentación, boato, pero para nosotros es más que eso; es el arte, el duende, la gallardía del toro de lidia y también el garbo que tienen algunas mujeres, que sin duda, también conviene a nuestra Susana. En la película Bienvenido Míster Marshall le cantaban a los americanos "Vienen a España guapos y sanos. ¡Viva el tronío de ese gran pueblo con poderío!" .

Como Susana, aunque de Triana, no es gitana, no debe temer a los buenos principios, que en su caso no son buenos sino magníficos, porque con su vitalidad ha devuelto la sonrisa a sus correligionarios y la esperanza a su partido. Pocas veces una sustitución ha sido tan bien acogida como la suya, hasta el punto de que puede considerarse una entronización, que no es sólo situar a alguien en el trono, sino colocarla en lo más alto.

Ahora tiene que demostrar lo que señala como su prioridad de actuación: que será implacable contra la corrupción. Pero para ello no basta con no haber contado en su gobierno o en su ejecutiva con compañeros relacionados con los ERE. Pronto tendrá una buena ocasión, porque en otro juzgado de Sevilla, que no es de la jueza Alaya, se instruyen diligencias previas para investigar ocho empresas públicas de la Junta, sospechosas de haber recibido transferencias de financiación de las consejerías, y están en el candelero las facturas del sindicato hermano, la UGT. Hay que reconocer el valor de la presidenta para admitir que las cosas no se han hecho del todo bien en estos 30 años de gobernación socialista. Pero, por esta franqueza insólita, los suyos y los demás le van a pedir pronto resultados. Ella que fue catequista en Triana sabe muy bien que las advocaciones de Nuestra Señora de los Remedios o Nuestra Señora de los Desamparados son para la Virgen María y no para ninguna mortal.

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