Al margen

Ramón Triviño / Almargen@malagahoy.es

La rebelión de Málaga

HACE semanas que en Sevilla había anidado la convicción de que algún preboste del PSOE andaluz debería dejarse caer por Málaga y dar la cara para detener la presunta rebelión que se extendía por la organización socialista malagueña ante los desaires de Sevilla y, de paso, tratar de parar los pies a los populares que siempre son amigos de hacer bandera con localismos, bastante trasnochados, que terminan minando ese anhelado proyecto de vertebración de Andalucía. Al final se decidió que fuera el mismísimo Manuel Chaves el que diera la cara ante la militancia malagueña y explicara lo que todos ya sabemos. Que ahora no toca lo de la sede de la caja única y que en la difunta Cuenca todo sigue igual en lo que respecta a los poderes de la capital de la Costa del Sol.

Pero este era sólo uno de los motivos del viaje. En la sede regional del PSOE andaluz también tenían conocimiento de la reunión mantenida no hace muchos días entre el secretario general de Málaga, Miguel Ángel Heredia, y todos los delegados del Gobierno andaluz en la provincia. Allí, ni más ni menos, Heredia invitó a los representantes de las diferentes consejerías a desobedecer a los titulares de las respectivas carteras, en el caso de que alguna de sus decisiones no se consideraban apropiadas o justas para Málaga. El secretario provincial apoyó su petición argumentando que los rebeldes contarían, en caso de necesidad, con todo el apoyo de la organización socialista malagueña. Además se avisó a los delegados de la Junta de que, al margen de lo que se haga en la Delegación del Gobierno andaluz, desde la sede provincial del PSOE se realiza un seguimiento diario de todas sus acciones y decisiones. Se escenificaba así un nuevo episodio del desencuentro entre Málaga y Sevilla que desde la llegada de la nueva ejecutiva el pasado verano se viene evidenciando cada vez con mayor nitidez. Esta claro que tanto Heredia, como León Gross y Magdalena Alvarez conectan mejor con Madrid que con San Vicente.

Quizá sea sólo una opción estratégica para tratar de apoyarse en políticas estatales para dar el estirón electoral que el PSOE de Málaga necesita y que de momento no se percibe en las encuestas. En todo caso, el equipo de Heredia sabe que se la juega porque Alternativa Socialista se ha batido en retirada y sus integrantes se muestran dispuestos a dejar a hacer a la actual dirección. Aunque a lo mejor lo que sucede es que es más complicado acertar si el enemigo sólo está enfrente y no dentro de casa.

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