Una sucesión no anunciada

¿Quién podría entender que se prescinda, con la imagen de Málaga en su punto más alto, del autor de este milagro?

El alcalde de Málaga inauguró el pasado martes oficiosamente el curso político en la ciudad con una conferencia que congregó a casi 500 personas. La afluencia denota la expectación que levanta el regidor, supuestamente a veinte meses para que acaben casi dos décadas de su mandato. ¿Pero es esa su intención, terminar su vida política con 76 años o continuar al menos un par de años más?

La incógnita se mantiene, para desesperación del PP y, en particular, para el sucesor in pectore en la candidatura, Elías Bendodo. Aunque el actual presidente de la Diputación respiró tranquilo tras escucharlo. Temía que Francisco de la Torre dejara claramente abierta la incógnita sobre su futuro, pero mantuvo que está "bastante" convencido de que debe poner fin a su etapa. Algunos de los presentes en el foro, que organizó este periódico, me comentaron que el regidor ofreció un discurso inédito. Por primera vez, se mostró interesado en que haya continuidad después de su paso por la Casona del Parque y resaltó que hay personas y equipos con experiencia de gestión capaces de cumplir ese objetivo.

Pero no todo será tan sencillo. Y el munícipe para nada se encuentra en retirada. Al margen de la promesa familiar que De la Torre le haya podido realizar a su mujer, que es la que decididamente le puso fecha de caducidad política a su marido, ni el interesado ni en el propio partido hay unanimidad en cómo acometer el relevo y la fecha para que se visualice. Quizá por eso nadie ha querido mostrarle al regidor la encuesta que tres fuentes distintas del PP me han asegurado que tiene el partido desde el verano.

Aquí conviven dos posturas. De una parte se aprecia desde hace tiempo una gestión agotada. El caso de Limasa, donde el alcalde se enfrenta sin dar su brazo a torcer a un conato de rebelión de buena parte de su propio gobierno, que no entienden su decisión de municipalizar la empresa de limpieza, es uno de los últimos ejemplos. Aunque, desde el otro lado, también escama la insistencia de la dirección del partido en que el negocio siga en manos de las empresas privadas.

La visión alternativa contempla que la imagen de la capital se encuentra en estos momentos en su punto más alto. La ciudad de los museos se pasea en los reportajes de los periódicos más importantes del mundo. Y el milagro está asociado a la figura de Francisco de la Torre, cuyo tirón en su ciudad es indiscutible, como se evidenció una vez más en el desayuno del pasado martes. Una popularidad que sumaría en las urnas en 2019. ¿Quién podría entender que en este escenario se prescinda del principal activo?

Mientras, el alcalde escucha el anuncio del PP. Ya no será en marzo sino en mayo cuando se designe al candidato a la Alcaldía. De la Torre sonríe y hace lo que mejor sabe: ganar tiempo. Piensa que corre a su favor.

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