Las grandes obras siempre son llamativas. Movimientos importantes de tierra y desmontes en las laderas de las montañas que propician unos cambios de paisaje espectaculares para los que están acostumbrados a pasar por un sitio. La fotografía de la construcción de un viaducto para la autopista de peaje de Las Pedrizas es un buen modelo de transformación radical. El beneficio para los automovilistas será importante porque se ahorrarán unos cuantos kilómetros de carretera sinuosa y que exige mucha atención en la conducción.