Cuando llovían quiebras, despidos y suegras de riesgo. Durante el cerrojazo del crédito mísere, Andalucía Management procuró razones de ser y viabilidad a la empresa familiar. Desde el 2010 difundiendo conocimiento y oxígeno emocional. Lo que hace único a este evento, yo prefiero llamarlo festival, es que siempre estuvo centrado en el talento de las personas y las tecnologías venideras para reanimar a los negocios de toda la analógica vida. En las organizaciones multinacionales usan esta fórmula para estimular la lucidez, la competitividad y el espíritu de equipo. Rearman a los empleados y acólitos en convenciones con un par de escaqueos al año. Paréntesis de estrés donde se ponen en payopoint los lineamientos, los objetivos y las nuevas de la corporación. Se orea al personal allende el cubículo para que recargue la motivación haciendo tribu. Mañanas de estudio, tardes de desparrame y noches de jajaja para observar de que grados de etiqueta cojean los kikuyus.
El aporte de Andalucía Management es que las pymes sureñas de andar por casa y por las exportaciones, pueden contar con una gran quedada ahorrándose muchos quebraderos de protocolo. Una puesta a punto protagonizada por expertos que diseccionan sobre sus casos de chiripa o ingenio. Por Andalucía Management desde 2010 han levantado aplausos y ampollas tipos como Emilio Duró , antes de popularizarse en Youtube, el franquiciaman Eduardo Tormo, Jordi Sevilla y su nostalgia materialista, Carlos Espinosa de los Monteros con su alto comisionado de la marca eñe, Daniel Lacalle y sus mercados, Bill Derrenguer ex CEO de Clear Channel que contesta a todos los emails, Rosa García de Siemens, José Mª O'Kean, Ana Mª Llopis de Día, José Vilches, Campofrío al corte y Carlos Barrabés fogonero máximo de las calderas del comercio electrónico.
Ya en 2011 Andalucía Management se sacó de la fundación los premios a la política RSE, la empresa familiar y el desarrollo empresarial aportando ejemplos y luz en todo lo negro. De esta forma y con la discreción de Francisco Cabrera, promotor del asunto, se ha pasado de ocupar una sala con doscientos feligreses en los altillos del palacio de la Buena Lata de Congresos de Málaga en 2010, a llenar un auditorio de 500 localidades y codazos por salir en el photocall en 2016.
Cómo el éxito es difícil de disimular a Andalucía Management ya le han intentado clonar la idea en ámbito nacional. Convocatorias masificadas respaldadas con bombardeo a todo multimedia.
Lo genuino de nuestro Andalucía Management consiste en que todavía sigue siendo manejable, mantiene su atractivo original. Se puede conversar, saludar y participar con todo el personal, aquello es como una familia numerosa que se reúne una vez al año. Por Andalucía Management han pasado estrellas, escasos gurupollas y cometas dejando la estela de la incertidumbre esperanzadora. Sembrar dudas es lo más honesto en un entorno donde si se tiene el asunto demasiado claro mejor chapar porque no imaginas de dónde te va a caer un competidor o una startup que te va a dejar con el balance al aire.
La jornada prototípica de esta reunión inicia con un aperitivo RSE, para meterse en harina y costes con un cátedro en economía de tertulia, más lenguaraz y afilado en carne y gráfica, que sonroja con sus tesis liberales a los escasos políticos que por allí pululan. Con un buen desayuno tras las mieles, vuelta a los panales Excel. Al mediodía sigue otra conferencia de innovación y, como no, finaliza la mañana con otra clase magistral de mercadeo profundo.
Cóctel y selfie con los ponentes si no han tomado las del aeropuerto o el AVE (esta peña siempre vuela rápido) tarjeteo, canapés y almuerzo en compañía de comensales de intereses empresariales complementarios. En modo crucero, con la vie en rose, se vuelve al auditorio donde en una sobremesa redonda se trata un asunto con los emboscados subidos de endorfinas.
Finaliza la jornada con un ilusionista, monologuista o personaje de lúdico interés. El señor Corrales estuvo inmenso el año pasado. Descomprimió las amenazas DAFO que se escucharon a lo largo del día, para regresar a casa con la bandolera llena de agradables recuerdos y regalitos de merchandising premium.
Sobre todo Andalucía Management sirve para ponerse las pilas. Si echa una ojeada a las empresas participantes no le sorprenda que la mayoría han capeado la tiesura y se han reinventado para seguir en carrera. Suelen participar instituciones muy aferradas a las creencias del patriarca a quien llevan de festival para que vea por dónde van las ventas y se atreva a dejar hacer. En Andalucía Management se conocen las profecías de memoria: siete años de vacas flacas, otros siete de vacas gordas, siete años de climograma en los que Andalucía Management siempre ha mostrado donde crece la hierba más nutritiva.
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