Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Yo con 12 años tenía un torrijazo importante. Digamos que del tamaño de una rebaná de telera de la Venta El Soldao. La ventaja con que yo contaba es que era un torrijazo doméstico, personal e intransferible, protegido por las cuatro paredes de mi casa y las de mi colegio. Tuve la suerte de crecer sin internet, así que si algún cerdo quería cogerme la entrepierna tenía que hacerlo en la plaza Mina, donde estaba Doña Chari, que era capaz -todavía lo es- de estrellarle la cabeza en una farola al macarra más vacilón a poco que intentara robarle una pelota de trapo a su Pedrito. La desventaja con que cuentan los chavales de ahora es que a sus 12 años, con su torrijati con tomati, deben enfrentarse a ogros en la red, a estúpidos grupos de whatsapps donde las brujas con piel de princesas demuestran quienes son las más chulitas de la clase, o a la cultura del postureo en las redes sociales. Me daban menos miedo los macarras de antes, la verdad.

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