Provincia

Marbella se opone a la tasación realizada del suelo de la desaladora

  • Los técnicos discrepan sobre el valor de los terrenos que expropiará Mancomunidad

La tasación de los terrenos de la planta desaladora de Río Verde provocó ayer un pequeño desencuentro entre el Ayuntamiento de Marbella y la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental. ¿El motivo? Los técnicos de ambas administraciones discrepan sobre el valor económico de la parcela de titularidad municipal, que será expropiada de manera forzosa por el ente mancomunado.

Mientras que en la hoja de aprecio definitiva presentada por el órgano que preside Juan Sánchez (IU) se tasa en 1 millón de euros el suelo donde se levanta la desalinizadora, los informes del Consistorio marbellí estipulan que debería pagarse 100.000 euros más. Al no tratarse de una cantidad importante, todos los partidos representados en la comisión gestora de Mancomunidad (IU, PSOE, PP, GSIO y GSM) acordaron retirar este punto que iba a ser tratado en el orden del día de ayer.

Tanto el presidente, Juan Sánchez, como el representante del Ayuntamiento de Marbella, Félix Romero (PP), coincidieron en dejar el asunto sobre la mesa hasta el próximo mes de enero, fecha en la que confían que haya un acuerdo entre los técnicos.

Cuando esto se produzca, los terrenos de la desaladora podrán ser inscritos finalmente a nombre de la Mancomunidad, algo que se intenta desde hace más de una década.

Por otra parte, la empresa pública Acosol, dependiente de la Mancomunidad, se comprometió durante la comisión gestora a estudiar la implantación de un sistema de desodorización en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de La Víbora, para evitar los malos olores que se extienden en sus alrededores. Este hecho ha provocado las quejas de los residentes y establecimientos, según denunció Romero, que presentó una moción sobre este asunto que finalmente se hizo institucional.

El consejero delegado de Acosol, Juan Cañete (PSOE), explicó que la solución consiste en colocar unos grandes turboventiladores que pulverizan a una distancia de 20 ó 30 metros una sustancia que ocluye y neutraliza la capacidad odorífica de las partículas derivadas de la depuración.

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