Más de un conductor se quedó ayer perplejo al encontrarse en plena carretera con una ballena custodiada por agentes de la Policía Local de Marbella y de la Guardia Civil. El destino del cetáceo de 15 metros de longitud, que apareció varado el martes en la playa de San Pedro Alcántara, era la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos de Casares. Pero el desplazamiento no fue nada sencillo.

Una treintena de operarios del Ayuntamiento tardó más de 12 horas en sacar al animal de la orilla para transportarlo en un camión de gran tonelaje, según el concejal de Medio Ambiente, Antonio Espada (PP). Los trabajos, que comenzaron el martes por la noche, acabaron con éxito gracias a la utilización de una grúa de grandes dimensiones.

Pero ese destino será provisional, ya que la Consejería de Medio Ambiente cederá el esqueleto de la ballena al Museo Nacional de Ciencias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para que sea exhibido.

Además, durante la necropsia que realizaron los técnicos del Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas, se tomaron muestras de su tejido y se congelaron para que sean trasladadas al mismo espacio museístico.

Una vez se encuentren los restos en Madrid, se extraerá y analizará una muestra de ADN, que formará parte del archivo del museo.