Una explosión de gas destrozó ayer una vivienda del número 47 de la calle Naranja, en el casco histórico de Ronda. Su propietaria, una chica de 20 años, resultó ilesa, aunque el estallido provocó numerosos destrozos en los coches aparcados bajo el bloque y en los edificios de la acera de enfrente. La joven encendió la luz al llegar a casa y a raíz de este gesto se produjo la detonación. "No ha habido daños personales porque ha sido una explosión sin llamas", explicó Juan Pimentel, jefe de los Bomberos de Ronda.
Al cierre de esta edición, la calle continuaba cortada y acordonada porque los técnicos investigaban posibles daños en la estructura del bloque.
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