Mientras en la Ciudad del Tajo comienzan a vivirse ambiente de Feria, en los viñedos rondeños las cuadrillas de jornaleros ha comenzado a salir a primera hora de la mañana al campo para recoger la uva, en lo que supone el inicio de una vendimia que se prolongará durante los próximos dos meses.

Las primeras uvas ya se encuentran en los lagares de las bodegas, donde se espera recibir este año casi un millón de kilos, que darán origen a unas 800.000 botellas de vino, en su mayoría tinto, "de gran calidad", indicaba algunos de los propietarios de bodegas rondeñas. La vendimia arranca con buenas perspectivas, en una temporada que se espera que produzca unos 5.000 kilos por hectárea, lo que supondrá una producción de 3.500 a 4.000 botellas por hectárea de viñedo.

A pesar de la pequeña extensión de viñedos existente, si lo comparamos con otras regiones productoras de vinos, esta vendimia va a permitir que unas 200 familias podrán tener un ingreso extra en estos meses, gracias al resurgimiento de un sector que hace pocos años estaba extinguido en la comarca rondeña. Serán unas 4.000 las peonadas que se den en los viñedos rondeños durante el tiempo de recogida de la uva. De momento, las primeras uvas en ser recogidas son las de la variedad Pinot noir, Tempranillo y Merlot, con las que se elaborarán buena parte de los caldos tintos que llevarán la denominación de origen de la serranía rondeña, y que ya cuentan con una importante presencia en este mercado. En estas primeras semanas también se recogerá la variedad Chardonnay, con la que se producirán los pocos vinos blancos existentes en Ronda, aunque con una gran demanda en el mercado, hasta el punto de agotar algunas bodegas sus existencias.