Puerto Real

Aletas: la otra alternativa

  • La propuesta no oficial para implantar su proyecto en Puerto Real plantea crear empleo e inversión sin tocar el suelo protegido y apostando por oficios y artes autóctonas

En enero del año 2003, el entonces alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso (IU) anunciaba la puesta en marcha inmediata de la primera fase del polígono de Las Aletas. Lo hacía explicando que se ejecutarían 750.000 metros cuadrados, los que no estaban afectados por el dominio público marítimo terrestre (DPMT) y que se haría a través de un plan parcial dentro del planeamiento urbanístico municipal. Ya se hablaba de deslindes, de la necesidad de dejar claro hasta dónde se podía llegar con el desarrollo de esta superficie. Han pasado casi 15 años. Después de aquella intención, la historia es de sobra conocida. Varios años después, la Junta de Andalucía hacía suyo el proyecto declarando el suelo de Las Aletas como patrimonio propio y nacía el Consorcio, de la mano del Estado. Casi tres lustros después, las continuas sentencias judiciales han ido dando la razón al movimiento ecologista y, de camino, a las tesis que entonces defendía Barroso. El tiempo y, tal vez la desesperación, han querido que ahora, de nuevo el Ayuntamiento puertorrealeño, abandere una alternativa a la ya conocida para desarrollar esta superficie.

Mientras se espera que la opción oficial, la avalada por la Junta y el Gobierno, desatasque el camino marcado por el Tribunal Supremo, distintas asociaciones y colectivos (ecologistas, desempleados, etc), han decidido tomar otra senda. Y la han plasmado en un exhaustivo documento de casi 300 páginas. En ellas se pone de manifiesto que hay, realmente, otras posibilidades de crear riqueza, empleo y generar economía sin necesidad de cambiar lo que durante siglos (es su posición) han sido marismas y ricos terrenos para el sistema que los rodea. Este documento fue presentado este viernes en el Teatro Principal de Puerto Real y ya, de entrada, cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Cádiz.

El plan prevé el empleo que generará cada proyecto y hasta los ingresos que revertirán

¿Qué plantea esta otra alternativa para Las Aletas?. Decenas de actuaciones que crearían empleo e inversión utilizando y regenerando los elementos que ya están sobre el terreno. Serían decenas de puestos de trabajo vinculados a oficios como el marisqueo, las salinas o los esteros. Pero también a la investigación, de la mano de la Universidad de Cádiz y recuperando edificios emblemáticos como la Casa Cuna o el Cortijo de la Cerería para poner en marcha centros de interpretación, centros de formación o casas de oficio.

El documento comienza por recordar los orígenes de un terreno que se remonta siglos atrás y que, en opinión de sus autores, sigue siendo válido para el futuro. No sólo se circunscriben a Las Aletas, sino que tiran de otra parcela, Cetina, "una superficie de 6.000 hectáreas en dirección al este que hasta mediados del siglo XX fueron las marismas naturales del Guadalete y el Río San Pedro". Partiendo de ahí, entran de lleno en una de las razones de ser de la propuesta oficial tumbada en el Supremo, la que dice que ese proyecto no puede hacerse en otro sitio que no sea Las Aletas. En ese sentido, esta propuesta alternativa asegura que Puerto Real ya cuenta con equipamientos logísticos en La Cabezuela, "que tiene espacios ociosos de muelles y suelo industrial suficientes para atender la previsible demanda incrementada que pudiera venir. Aunque la Autoridad Portuaria señale que solo queda un 16 % de su suelo disponible, este cálculo no es real -aseguran- puesto que muchas de sus instalaciones mantienen superficies completamente baldías".

Y también insisten en que "están ociosos los terrenos de Delphi o amplios espacios en zonas colindantes con El Trocadero que pudieran satisfacer esta previsible necesidad. Sería bueno dedicar nuestros esfuerzos, en esta materia, a potenciar estos espacios y dotarlos de la actividad necesaria que relancen y potencien su papel logístico en el futuro vinculándolos a la actividad productiva de la Bahía reforzando su perfil de multimodalidad". Y no se queda ahí. Añade, en relación con los equipamientos de uso industrial, que "a la vista de los recursos ociosos existentes tanto en Puerto Real como en la Bahía, entendemos que tampoco es la ausencia e indisponibilidad de suelo la causa de la falta de actividad y de desempleo en nuestra Bahía. Compartimos la opinión de que sería más eficaz, y desde luego más barato, desarrollar nuevas iniciativas productivas y de servicios invirtiendo en los múltiples espacios ya disponibles y ociosos de suelo industrial, rehabilitarlos y adecuarlos para su relanzamiento operativo".

Son decenas las actuaciones propuestas. Esta son solo algunas de las más significativas. La primera, la creación de una Escuela Taller que en su primera fase actúe sobre la rehabilitación y recuperación de la Casa Cuna como Centro de Ubicación de oficinas, aularios, talleres, salas de exposiciones, vivero de iniciativas empresariales y estudios para acabar siendo la ubicación de los recursos para la Recuperación y Regeneración de la Bahía.

Una de las más ambiciosas es la que persigue la regeneración del paisaje de la zona, con una inversión estimada de 8,5 millones y la creación de unos 115 puestos de trabajo directos. Sin duda, la Marisma Escuela Las Aletas sería una de las actuaciones estrella. Sería un centro de sensibilización, formación y conocimiento de la Bahía como paisaje vital, como entorno y hábitat; y como proveedor de recursos y de competencias y capacidades identitarias colectivas. Se trata de hacer una Escuela de Ciudadanía. Un espacio de interacción y conocimiento mutuo. Un elemento de desarrollo de una sociedad civil consciente, competente, coherente y cooperante responsablemente en el mantenimiento, conservación y disfrute de su paisaje vital, su entorno marismeño. Su ubicación sería el antiguo Cortijo de La Cerería (su rehabilitación y la de la Casa Cuna está estimada en 4,5 millones). La inversión necesaria, 1,5 millones y crearía de inicio más de 20 empleos.

También se crearía el Centro Apícola Marismeño, igualmente en La Cerería. Buscaría la producción de miel marismeña y en la investigación, cría y reproducción de la abeja silvestre y el abejorro. Costaría medio millón de euros y emplearía a otras 20 personas.

La otra actuación estrella sería, sin duda, la creación de un complejo experimental de apoyo y soporte tecnológico a la acuicultura extensiva sostenible. Desde ese complejo, según el estudio, se pretende investigar, experimentar y desarrollar, entre otras, la gestión ecológica del alevinaje; la gestión acuícola multitrófica integrada; un sistema de producción extensiva sostenible en esteros y es estrategias de transformación y comercialización de productos y servicios en los esteros. Se utilizarían 300 hectáreas para la producción en extensivo sostenible en langostinos de los esteros, ostras rizadas, pepinos de mar y erizos. La producción estimada sería de 1000 toneladas de pescado y marisco. El coste inicial planteado para desarrollar esta actuación serían 13 millones de euros que servirían, de entrada, para dar empleo a 114 personas. Pero, además, ya están calculados los costes de ingresos por producción que se generaría en cada una de las actuaciones contempladas en este complejo de acuicultura.

Por último, otra actuación ambiciosa: un complejo experimental de apoyo y soporte tecnológico a la explotación sostenible y comunitaria (que los proponentes llaman marisqueo social sostenible) de fangos de la Bahía de Cádiz. Proponen la realización en la zona de Las Aletas de este complejo experimental "al servicio de la investigación, la experimentación y el desarrollo de un marisqueo sostenible, desde las perspectivas económicas, sociales y medioambientales, en los caños, marismas, esteros y salinas de la Bahía de Cádiz que consolide y revalorice en el tiempo esta actividad y que sirva de estímulo y referencia para el sector que ya trabaja en la zona y que el que actualmente lo hace instalado en la precariedad, la falta de garantías sanitarias, el furtiveo y la economía sumergida pase a desarrollarlo desde las perspectivas de una actividad productiva formal, decente en lo laboral, garantizada sanitariamente y generadora de trabajo y rentas".

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