TERRAZAS DE VERANO

Noches de 'chill out'

  • El espíritu ibicenco se apodera de las terrazas de verano. Las vistas de monumentos emblemáticos y los paisajes naturales son sus puntos fuertes

Tomar un buen vino bajo la luna con música chill out de fondo puede ser un buen plan para las noches de verano. Pero sí a esto le sumamos unas maravillosas vistas como las de la Mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada o el Estrecho de Gibraltar, el plan adquiere una mayor calidad. Las terrazas de verano ya han desplegado sus toldos y mobiliario y muestran a sus clientes sus encantos. El color blanco, el espíritu ibicenco, los sofás-camas y los grandes cojines se han apoderado de los lugares de ocio más cool de Andalucía. Es el caso de Nikki Beach en Marbella, donde acude la jet set nacional e internacional. Las maderas balinesas, las palmeras y los tejados de caña fina de madera conforman un mobiliario sencillo y selecto donde destacan las camas blancas situadas en la misma playa. En “el lugar más sexy del planeta”, tal como lo describen los representantes de este club, no hay que pagar para entrar, aunque el precio de las camas para tres personas es de 125 euros. Las frecuentes fiestas temáticas son su seña de identidad.

En la costa gaditana también encontramos una terraza de estas características: el Hotel Arte Vida de Tarifa. Aquí destacan las fiestas de puesta de sol, con un Dj que ameniza las veladas. Los clientes pueden reservar espacios privadas, de 150 metros cuadrados, por 500 euros. En sus sofás y hamacas a pie de playa se han sentado tanto turistas como actores, toreros y escritores. Pero en el horizonte reside su encanto: Marruecos, Ceuta y la Punta de las Palomas son algunos de los lugares que se pueden ver desde este enclave.

Playa y variados cócteles es lo que ofrece TK3 en El Manantial Playa de El Puerto de Santa María. Este año celebra su quinto aniversario y van a celebrarlo con actuaciones en directo todos los viernes de Agosto. TK3 tiene varios encantos, pero su rasgo más definitorio reside en su producto estrella, el ron-coli, un cóctel hecho a base de ron miel.

Las vistas son el principal fuerte de muchas terrazas. Desde la azotea de EME Fusión, en Sevilla, se ve la Giralda y la Puerta del Perdón de la Catedral al completo, una perspectiva que no se puede apreciar desde la calle. Son cinco terrazas independientes, con distintas alturas y decoradas con un mobiliario blanco y pérgolas de estructura moderna de Gandía Blasco.

La Ruta del Azafrán en Granada y Mandala en Huelva tampoco se quedan atrás. La primera se encuentra en el emotivo Paseo de los Tristes. Aquí se puede degustar la gastronomía musulmana, judía y cristiana, una mezcla de sabores con el río Darro enfrente y la Alhambra arriba. Por su parte, Mandala se encuentra en el mirador del Conquero, el punto más alto de Huelva, desde donde se puede ver Punta Umbría, el Parque de Doñana y las marismas, entre otros paisajes. Mandala destaca por su decoración hindú, el espíritu ibicenco y las fiestas de luna llena. Todo acompañado por un caipiriña o un mojito.

El Palacio de los Patos, en Granada, es un hotel del siglo XIX. Su terraza está integrada en la vegetación característica del complejo y no hay que ser cliente para disfrutar de ella. Allí actúa todos los miércoles el Trío Picasón, un grupo que mezcla la música cubana, la brasileña y el jazz. Este año la terraza presenta una novedad: un microclima para refrescar las noches estivales. Pero, a la vez, mantiene esa cocina tradicional que tanto adeptos tiene con los chopitos de Motril y el caviar de Riofrio.

Son lugares con duende que han puesto el chill out y el color blanco de moda. Una forma relajada de disfrutar de las noches de verano y dejarse ver.

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