Apenas unos días le bastaron a Javi García para asumir el liderazgo del grupo. A sus 30 años, y tras una amplia carrera que lo llevó por Osasuna (27 partidos), Real Madrid (32), Benfica (132), Manchester City (76) y Zenit (108), el muleño ha regresado a Liga con más ilusión que nunca y dispuesto a vivir una segunda juventud en el Betis, del que se ha convertido en el mejor guardián.

Tras diez temporadas en el extranjero, Javi García tenía ganas de volver a jugar en España. Así se lo comunicó a Roberto Mancini, entrenador del Zenit, durante el verano para que facilitara su salida del equipo ruso, del que era uno de los capitanes. "En Rusia ya estaba un poco hastiado. Él es un competidor y lo seguía haciendo allí, pero necesitaba este nuevo estímulo. Y el Betis se lo ha ofrecido", explican desde el club verdiblanco, en el que todos coinciden en la importancia que ha adquirido el centrocampista en el vestuario.

Su carácter y liderazgo ya se nota dentro y fuera del terreno de juego. "Verlo ahí nos da tranquilidad a los demás", explicó Joaquín recientemente sobre ese oficio que Javi García demuestra en el campo. Sus números así lo atestiguan. El centrocampista es el jugador que mejor porcentaje de pases tiene en la Liga, con un 94,3% de acierto, una de las claves para la salida de balón del equipo bético. En la faceta defensiva, el muleño ha aportado sus centímetros para imponerse en los duelos aéreos del mediocampo y también para incrustarse entre los centrales cuando la situación lo hace necesario. "Sabía que era bueno, pero todo lo que nos está aportando al equipo me está sorprendiendo muchísimo. Nos da muchísimo cuando está en el campo", dijo este miércoles Sergio León sobre su compañero.

Indiscutible para Setién -sólo fue suplente ante el Barcelona, cuando apenas llevaba unos días como verdiblanco-, su fichaje fue una obsesión de Lorenzo Serra Ferrer, el vicepresidente deportivo, que lo convenció para sumarse al proyecto bético, pese al interés de otros equipos españoles -Málaga y Espanyol- y europeos -Sporting de Portugal y Girondins, entre otros-.

El balear entendió que era clave para su Betis la llegada de un pivote con físico y experiencia, algo inexistente en años anteriores más allá de N'Diaye, que sería el perfecto complemento para el fútbol elaborado de Quique Setién. La adaptación de Javi García a lo que exige el cántabro también ha sido perfecta, producto de esa experiencia acumulada al lado de entrenadores de primer nivel como Jorge Jesús, Manuel Pellegrini o Villas Boas.

"Firmé por tres temporadas, pero ojalá pueda estar aquí hasta los 36 ó 38 años"

Campeón de Europa sub 19 con España, en una selección en la que también participaron sus ahora compañeros Adán y Barragán, Javi García llegó a estrenarse con la absoluta en 2012 de la mano de Vicente del Bosque, que lo conocía a la perfección de la cantera madridista. Su regreso a la Liga también se produjo con esa intención de optar de nuevo a vestir la camiseta española.

"Siempre lo tengo en la cabeza. Lo que venga, bienvenido sea. Llevo muchos años jugando fuera de España y quería que la afición española me conociera", indicó ayer en Canal Sur Radio. "Firmé por tres años con el Betis, pero ojalá pueda estar aquí hasta los 36 o 38 años. Es verdad que he perdido dinero, pero era lo lógico si quería venir a España, porque aquí no se pagan los sueldos de allí. Pero quería disfrutar del Betis y del fútbol de España, que la gente me conozca y ganarme un nombre en mi país. Que mi mujer sea de Sevilla no tiene nada que ver. Yo elegí el Betis por razones deportivas", añadió el centrocampista.

Y, por ahora, Javi García está respondiendo a las expectativas que los dirigentes depositaron en su contratación. El mejor guardaespaldas para los centrocampistas y una ayuda añadida para los zagueros, el muleño ya se ha ganado el respeto del vestuario y de los aficionados.