Pediatría

Cuidados y seguimiento contra la bronquiolitis

  • Con la llegada del frío se producen las semanas de mayor incidencia de esta patología, causada por el virus sincicial respiratorio · El 90% de los casos son leves

La bronquiolitis es una inflamación de los bronquiolos que provoca la acumulación de mocos en las vías aéreas más pequeñas del cuerpo humano, por lo general debido a una infección viral causada por el virus sincicial respiratorio. Al tener un curso inicial similar al de los procesos catarrales normales, los síntomas suelen despertar dudas entre madres y padres. Los menores de 6 meses la suelen contraer con más frecuencia.

Según explica, Inmaculada Nieto, pediatra del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe, en Sevilla, no es importante solo el diagnóstico, también el seguimiento. "El cuadro inicialmente es similar a un cuadro catarral, muy habitual especialmente en esta época del año". Por eso, según subraya la especialista, "es importante que al presentar los síntoma catarrales, los padres se fijen en si el bebé come bien, si respira correctamente, si se queja o está decaído". Desde el punto de vista epidemiológico, en los últimos años la bronquiolitis no presenta un aumento notable en su incidencia. Estos meses suponen el periodo del año en que se registran más casos. "Estamos en las fechas claves, entre noviembre y marzo, aunque este año se ha retrasado y ha empezado ahora en enero con la llegada del frío", apunta Nieto.

La mayor parte no son casos graves y no requieren ingreso hospitalario. La bronquiolitis genera el 80% de las hospitalizaciones de causa respiratoria en los niños. Prácticamente cerca del 90% de los casos son leves. Todos estos casos, que no requieren más que cuidados, se remiten al domicilio, pero el seguimiento es fundamental y en 24 o 48 horas hay que volver a consultar al pediatra. Según explica la pediatra, "la patología puede durar hasta dos semanas. Hay un empeoramiento en los primeros días pero suelen mejorar rápido".

Hay casos especiales que suelen requerir un seguimiento más cercano e intensivo. Son los casos de nenonatos o niños que padecen una patología cardíaca o respirato ria de forma crónica. Para los bebés prematuros se administra una vacuna. "Está reservada para bebés que han sido prematuros o han estado ingresados. Para un bebé nacido a término y sano, no existe un tratamiento preventivo", indica Nieto.

Para poder prevenir la aparición de la bronquiolitis, las únicas herramientas son las habituales para virus extendidos que actúan a través del sistema respiratorio. "Se transmite por vía respiratoria y por el contacto con algunos objetos. Es importante lavarse las manos antes y después de tocar al bebé o los objetos que ese niño utiliza".

El tratamiento se basa en lo que técnicamente se denomina medidas de soporte. Son cuidados sencillos que tratan de mantener las vías respiratorios despejadas. Para ello, se aplican lavados nasales. Para favorecer la tranquilidad del bebé, la pediatra aconseja fraccionar las tomas de lactancia. Además, subraya, "aunque puede provocar fiebre, no se debe tratar con antibióticos"; por ser una patología de origen vírico.

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