Este año se cumple el 25º aniversario de la aprobación de la Reforma Psiquiátrica de Andalucía (RPA) que tuvo como objetivo principal sustituir el sistema manicomial por un modelo alternativo de red integrada de servicios basado en la comunidad.

En todo este proceso, Huelva fue uno de los centros referentes no sólo del sistema de atención psiquiátrica de Andalucía sino de todo el país. El punto de inflexión de la RPA -el cierre de los hospitales psiquiátricos- tuvo su plasmación en Huelva, en 1991. No fue un cierre súbito sino paulatino. Atrás quedaba una evolución en la que los profesionales onubenses tuvieron la intención de ir materializando los nuevos vientos de la psiquiatría. Yendo un poco más atrás hay que acudir a 1971, año en que se abre el hospital psiquiátrico bajo el amparo de la Diputación y que dejaba detrás las precarias condiciones del anterior establecimiento de La Morana.

El nuevo psiquiátrico abrió con una capacidad para 400 enfermos, si bien en un principio fueron trasladados aquí pacientes de Sevilla y Ciempozuelos (Madrid), tal y como recuerda Onésimo González en su Veinte años de psiquiatría pública en Huelva 1971-1991.

La vida del nuevo hospital tiene un momento crítico en 1975. Es cuando el director ordena construir una verja que aislara al centro del mundo exterior, contra la opinión de los trabajadores. El enfrentamiento supuso el apoyo a la plantilla onubense de otros centros españoles en los que la transformación psiquiátrica también iba avanzando.

A día de hoy, nadie discute que Huelva y Málaga fueron los dos lugares más innovadores en el nuevo concepto de psiquiatría que avanzaba. Así en 1982 aparecieron los primeros pisos asistidos y en 1984, con la aprobación de la RPA, el hospital pasó de manos de la Diputación a la Junta de Andalucía.

La RPA empezó a implantar sus dispositivos asistenciales con bastante parsimonia. Se puede citar que la comunidad terapéutica se estableció en 2002. En ese mismo año, la Unidad de Rehabilitación de Área (URA) se desplazó al Conquero, mientras que las consultas externas pasaron de la calle San Francisco al Vázquez Díaz en 1999.

Después de estos 25 años de reforma psiquiátrica, los profesionales señalan la falta de recursos mientras que los familiares de los enfermos sienten que son ellos son los que han tenido que asumir el peso principal del tratamiento de estos pacientes.