Javier Ocete, Vocal en Granada del Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía

Regalar un estudio de la pisada es regalar salud

EN estas fechas en las que nos encontramos, uno de los regalos que solemos hacer es calzado. Dentro de la variedad (calzado de vestir, tacón, deportivo…), en los últimos años se me ha dado el caso en la consulta de pacientes que regalan 'estudios de la pisada' a otros. Al igual que el calzado para cualquier actividad debe ser el correcto, si vamos a realizar alguna actividad deportiva, o bien desgastamos el calzado habitual en algunas zonas más de lo normal, o simplemente queremos saber si a la hora de caminar estamos bien equilibrados, es para lo que los podólogos indicamos el estudio de la pisada. Es importante que éste sea realizado por un profesional con la formación adecuada y con capacidad de diagnóstico, puesto que ello puede ahorrarnos lesiones futuras tanto en el pie como en todo lo que éste sujeta (rodillas, cadera, espalda, …).

El podólogo es el profesional sanitario cualificado para realizar esta prueba

Actualmente existen establecimientos que ofertan el estudio de la pisada con el objetivo de vender un calzado concreto. Pues bien, el estudio de la pisada tiene como objetivo diagnosticar y prevenir posibles lesiones futuras por lo que hay que darle la importancia que representa. Desde el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía recomendamos que acudan a su podólogo para realizar esta prueba, puesto que es el profesional sanitario cualificado para realizar a. En la provincia de Granada somos más de 80 podólogos-colegiados dispuestos a resolver sus dudas acerca de esta prueba. He escrito podólogos-colegiados precisamente por el problema de intrusismo con el que contamos actualmente, y que desde el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía estamos "combatiendo". Un estudio correcto contempla una exploración articular y muscular, el uso de una plataforma de presiones y la observación de la forma de caminar. Además, el podólogo analiza antecedentes del paciente como la altura, el peso, las lesiones anteriores o las alteraciones de los pies y la movilidad articular y muscular.

Con todo ello obtenemos un informe detallado para recomendar cambios en la rutina, modificaciones en el calzado y, en caso de ser necesario, plantillas o soportes plantares totalmente personalizados y adaptados al pie para tratar o evitar las lesiones. No sólo las personas que practican deporte deben someterse a la prueba de la pisada, sino también todas aquellas con dolencias o lesiones. Es un estudio que abarca mucho más que identificar una tendencia pronadora, supinadora o neutra al caminar. Exige conocimientos específicos en patología, anatomía o identificación de patrones anormales de marcha, entre otros, con los que contamos los podólogos y no cualquier persona que encontramos en departamentos o establecimientos deportivos.

Recomendar un tipo de calzado, tanto a deportistas como a cualquier persona, especialmente en casos de dolencias, es una responsabilidad y debe responder a un criterio profesional. Estamos ante un problema de salud pública, que puede tener repercusiones graves. Se trata de una esta prueba diagnóstica que algunos realizan tan a la ligera, y que sin embargo a los podólogos nos ayuda a tratar y a prevenir lesiones.

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