Cádiz

El 20% de las agresiones denunciadas por el personal sanitario son físicas

  • Sin embargo se estima que la mayoría de las víctimas no denuncian ni ponen su caso en conocimiento del SAS, que este año ha contabilizado 43, ni de las instituciones colegiales, que suman otras 34

Aún un elevado número de los profesionales sanitarios que sufren agresiones no denuncia, ni lo pone en conocimiento del su centro de trabajo ni de las instituciones colegiales. Así lo estiman las asesorías jurídicas de los colegios de Medicina y Enfermería de Cádiz. En concreto, un estudio del Consejo General de Enfermería apunta que denuncia sólo un tercio de los enfermeros que sufren agresiones físicas y sólo dos de cada cien de los que son víctimas de violencia verbal.

De esta forma se deduce que el porcentaje de casos que llegan al conocimiento del SAS (Servicio Andaluz de Salud) o los colegios profesionales, sólo muestra una parte de la realidad. Así se reconoce desde al administración sanitaria, pero se destaca que la tendencia va cambiando y cada vez los profesionales les transmiten más casos .

En concreto, de enero a junio de 2009 los servicios de asesoría jurídica del SAS contabilizaron 43 agresiones en la provincia, en diez de las cuales se atentó contra la integridad física del profesional sanitario. Por su parte en lo que va de año el Colegio Oficial de Médicos de Cádiz ha tenido conocimiento de un total de 21 agresiones, de las que también en torno al 20% fueron físicas (el mismo porcentaje, aproximadamente el 20%, trasladó los hechos al Colegio pero posteriormente no denunció). Por último, el Colegio de Enfermería, en el primer semestre registró un total de nueve denuncias por agresiones físicas a enfermeros y dos verbales. Aunque estas cifras de agresiones no pueden sumarse, pues se desconoce cuántos de los casos están registrados a la vez por el SAS y por los colegios, dan muestra de que se trata de un problema extendido.

Es lógico concluir, tanto por los datos como por la experiencia de las asesorías jurídicas consultadas que, sobre todo, el tipo de agresión que pasa más desapercibida es la verbal.

El perfil del agredido, según explica la asesora jurídica del Colegio de Médicos, Carmen Miranda Palomino, es muy diverso y, por tanto, no son más susceptibles a ser víctimas más unas personas que otras; "nos encontramos con personas de todas las edades, físicos y de todo tipo de carácter". Aunque de entre los trabajadores que les comunican casos de agresión la mayoría son mujeres de edades comprendidas entre los 45 y los 55, Miranda Palomino no atribuye esto a que haya más agredidas si no a que "suele dar vergüenza venir a decirnos que los han insultado y a los hombres les cuesta aún más".

Igualmente señala que lo que más se repite de entre los casos que les transmiten son los insultos y amenazas. Dentro de las agresiones físicas son más comunes las más leves y son habituales empujones, patadas o manotazos.

La asesora jurídica del Colegio de Médicos explica que, de igual forma, los agresores tampoco tienen unas características determinadas "y desde luego no suelen proceder de colectivos marginales ni tener antecedentes, más bien en gente de clase media".

En referencia a los lugares en que se producen las agresiones, conforme a los datos que aporta el Colegio de Enfermería, la mitad, se registran en los servicios de Urgencias de los hospitales. El 33%, en centros de Atención Primaria, un 15% en las plantas de hospitalización y el resto en otros lugares.

En positivo, lo que sí es cierto es que poco a poco, a pesar de todo, cada vez se logra que más personas denuncien. Y de entre las denuncias, también se producen un mayor número de resoluciones judiciales favorables a las víctimas. Esto gracias a la mayor sensibilización con el tema y a la reiteración en la necesidad de juzgar como delito y no como falta aquellas que derivan en ataque físico.

Los servicios jurídicos del SAS consiguieron en la provincia entre enero de 2008 y agosto de este año un total de siete condenas por agresiones sufridas por los profesionales, tres de ellas por delito de atentado contra la autoridad. Desde Salud se quiso recordar que la Consejería solicitó hace dos años a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que las agresiones a médicos y demás profesionales de centros sanitarios fueran calificadas como tal, como delito de atentado, lo que ha redundado en que cada vez se produzcan más sentencias en este sentido.

Carmen Miranda por su parte también se mostró optimista en este aspecto. Asimismo explicó que es habitual que se logre condena tanto en caso de agresiones verbales como físicas. Por otra parte señaló que, en el primer caso, se suele aplicar una multa que depende del nivel económico del demandado pero que, de media, está en uno 200 o 300 euros. En cuanto a las agresiones físicas, señaló que suelen implicar una condena a prisión pero de no más de dos años. Esto significa que, dado que el agresor no suele tener antecedentes, no termina en la cárcel y deriva en una multa importante.

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