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El nivel económico determina la salud cardiovascular

  • Un análisis por comunidades autónomas describe la correlación entre PIB y mortalidad

El acceso a los servicios favorece la puesta en marcha de medidas sobre el estilo de vida.

El acceso a los servicios favorece la puesta en marcha de medidas sobre el estilo de vida. / Migue Fernández .

Existe suficiente evidencia sobre el factor social y económico como principal condicionante de la salud de la población. Aunque pueda intuirse como una obviedad, son muchos los debates sobre temas sanitarios que sobrevuelan la realidad socio demográfica de un país. Existe, d e hecho, una frase extendida en la salud pública que dice que el código postal de una persona pesa sobre su salud más que el código genético. Ahora, otro estudio viene a sumar más evidencia. Un estudio recientemente publicado en la Revista Española de Cardiología pone de manifiesto la relación entre el Producto Interior Bruto (PIB) y la mortalidad cardiovascular. Investigadores de la Universidad de Málaga, el Hospital Universitario Virgen de la Victoria y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares, han constatado que existe una asociación inversa entre riqueza y mortalidad por causas cardiovasculares.

"En el análisis observamos una correlación entre menor PIB y mayor mortalidad por cardiopatía isquémica y enfermedad cerebrovascular, así como un menor número de intervenciones como angioplastias, cirugías o marcapasos", según apunta Manuel Jiménez-Navarro, investigador del CIBERCV y del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y coordinador del estudio. Aunque sigue siendo la primera causa de muerte en España (29,66% de la mortalidad), existen diferencias entre las Comunidades Autónomas, siendo Andalucía la región con mayor índice de mortalidad cardiovascular (33,16%) y Canarias la de índice menor (24,34%). "Aunque la salud cardiovascular de una región determinada no está relacionada exclusivamente con el nivel socioeconómico, ya que intervienen elementos no modificables, parece que tiene un papel relevante en la presencia de los factores de riesgo CV y el grado de control y prevención de estos", explican los autores en su trabajo. Así, las sociedades con altos índices de desarrollo sociosanitario permiten disponer de gran cobertura sanitaria y calidad de acceso a todos los niveles de los servicios de salud, lo que favorece el desarrollo de medidas encaminadas a la modificación del estilo de vida que pueda influir en el riesgo cardiometabólico de la població

Andalucía es la región con mayor índice de mortalidad y Canarias, la menor

El equipo de investigación analizó los datos del PIB per cápita medio durante los años 2005 a 2014 en relación con la mortalidad cardiovascular general, por enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardiaca y accidente cerebrovascular. Asimismo, se estudió la media de intervenciones cardiovasculares por comunidades autónomas. Andalucía, una de las regiones con PIB más bajo de España (solo seguida por Extremadura) supera en 3,5 puntos la media de española de mortalidad cardiovascular general, siendo la comunidad que registró una media superior en el periodo estudiado, al igual que en insuficiencia cardiaca y accidente cardiovascular.

Los resultados del estudio ponen de manifiesto que la riqueza económica de una región podría considerarse uno de los factores a tener en cuenta en la estimación del riesgo cardiovascular, así como a la hora de establecer medidas preventivas.

"Se debería añadir a los factores de riesgo cardiovascular tradicionales, otras variables sociales como el grado de cobertura y la calidad del acceso a todos los niveles sanitarios, la estructura del mercado laboral o el nivel educativo, factores todos ellos influidos por el PIB", concluye Jiménez-Navarro. El equipo de investigadores que han participado en el estudio forma parte del CIBER de enfermedades Cardiovasculares, dependiente del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), constituido a comienzos de año. Antes formaba parte de la Red de Investigación Cardiovascular (RIC), del ISCIII. Pérez-Belmonte, otro de los colaboradores del estudio, posee un contrato Post-MIR Jordi Soler en la mencionada Red de Investigación Cardiovascular.

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