Acabamos de saber tras el reciente informe publicado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) que las estimaciones poblacionales indican que el número de casos nuevos de cáncer probablemente aumentará en un 70 % en las próximas décadas, alcanzando los 24 millones de casos aproximadamente en el año 2035. Aunque en estas estimaciones hay que tener en cuenta que en los últimos 20 años, el número de tumores ha experimentado un crecimiento constante en España debido no sólo al aumento poblacional, sino también a las técnicas de detección precoz y al aumento de la esperanza de vida. A su vez, estos datos reflejan las modificaciones en los factores de riesgo controlables que pueden modificar el riesgo de aparición de tumores como el tabaco, el alcohol, la contaminación, la obesidad o el sedentarismo. Por tanto, es posible que las cifras en el futuro sean distintas a las estimaciones basadas en datos poblacionales.

El cáncer es una de las principales causas de ingreso hospitalario en España y los tumores fueron primera causa de muerte en los hospitales españoles, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Se trata de motivos más que suficientes para que sea necesario seguir avanzando en el desarrollo de tratamientos antitumorales.

Los tratamientos contra el cáncer han avanzado tanto que hacen necesario aprender nuevos conceptos, como la oncología de precisión. Como apunta el Dr. Javier Román, Director Médico Asistencial del Instituto Oncológico Baselga y Responsable de la Unidad de Oncología Médica del Hospital Ruber Internacional, la oncología de precisión se basa en el diagnóstico preciso y específico de las características moleculares o genéticas del tumor para a partir de este conocimiento diseñar un tratamiento personalizado más eficaz y con menos efectos secundarios no deseados. Es decir, mientras la oncología tradicional actuaba sobre el tumor y aún lo hace con fármacos que atacan a la célula de forma poco específica, la oncología de precisión se dirige directamente a un sistema de señales específicos del tumor evitando en principio el daño sobre las células no tumorales.

También hay que destacar que los nuevos tratamientos que existen hoy en día para luchar contra el cáncer cómo la inmunoterapia y la inmuno-oncología, han abierto una nueva vía para tratar esta enfermedad. En concreto, la inmuno-oncología ha supuesto un cambio de paradigma en el tratamiento del cáncer y, aunque no es una nueva terapia, aún hay muchos conceptos que explicar, diferenciar y sobre todo, aprender.

Las expectativas actuales de supervivencia a largo plazo y la forma en que los pacientes conviven con la enfermedad se ha transformado. Dota al sistema inmune de la capacidad de desenmascarar y luchar contra las células tumorales, logrando una eficacia sin precedentes en tumores difíciles de tratar. Se ha posicionado como una importante opción de tratamiento junto con la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia y los tratamientos dirigidos para determinados tipos de cáncer por su demostrada eficacia y seguridad.