El Cristo Atado a la Columna brilló anoche a su paso por el barrio alto de Marbella en un desfile procesional cargado de emoción. Eran cerca de las 21:00 del Lunes Santo cuando se abrían las puertas de la iglesia del Santo Cristo para iniciar la estación penitencial por sus calles blancas. La plaza de la iglesia era un hervidero de fieles esperando su llegada, ya que precisamente la salida del templo es uno de los momentos más especiales y de mayor dificultad que afronta esta cofradía debido a la estrechez de los pórticos de la ermita. Una maniobra que requiere de mucha concentración por parte de los hombres de trono, que con paso corto y buena mano lograron sortear una vez más las dificultades que supone este primer tramo antes de iniciar la procesión. Una vez en la plaza los sagrados titulares fueron mecidos a los sones de la agrupación musical La Pollinica, que el día anterior tocó en honor al Cristo sobre la borriquita, y recibidos con saetas a su paso por la calle Ancha por parte de los ganadores del Concurso de Saetas Sierra Blanca.

El Cristo de la Columna, sobre un trono barroco, de color dorado con líneas quebradas y volúmenes alternos que le confieren una imagen muy particular y labrado en madera en 1905, dejó a su paso numerosas estampas en las angostas calles del casco antiguo. Lo custodiaban alrededor de 200 nazarenos vestidos con túnicas verdes y capirotes y cíngulo blancos. La procesión recorrió las zonas más emblemáticas del centro histórico de Marbella, como la calle Ortiz del Molinillo o el entorno del Castillo hasta alcanzar la plaza de la iglesia Nuestra Señora de la Encarnación, donde se realizó la tradicional estación de penitencia. Después, continuaría por la calle Lobatas y Atarazanas hasta el barrio de Leganitos, pasando por la plaza Puente de Ronda hasta llegar de nuevo a su templo.

No fue una noche de grandes estrenos, ya que la Cofradía espera renovar sus enseres el próximo año, solo María Santía Virgen Blanca estrenó un pequeño puñal de plata. La imagen del siglo XVIII paseó por el casco antiguo en un trono de color plata engalanado con rosas blancas y rosas. Por primera vez la acompañaría la banda de música la Veracruz de Almogía después de que el año pasado lo hiciera la banda de música San Isidro Labrador de Churriana.