Ronda cerró su Pasión con una jornada de Viernes Santo en la que procesionaron tres cofradías, una por la mañana y dos por la tarde, lo que hizo que durante todo el día las calles del centro de la ciudad estuviesen ocupadas por desfiles procesionales.

La primera y hacer penitencia fue la hermandad del Cristo de los Remedios y la Virgen de la Angustias, que salió desde el templo de Santa Cecilia con sus habituales hábitos nazarenos trinitarios. Además, al ser Hermano Mayor Honorario el Colegio de Abogados de Málaga, el decano, Javier Lara, junto a un grupo de delegados, acompañaron a la cofradía durante el recorrido, siendo le propio Lara el encargado de realizar el último toque de campana en el trono de las Angustias en su recogida.

La compleja salida y recogida de esta templo hacen que durante estos momentos sean un numeroso público el que se congrega para ver esta maniobra por parte de los horquilleros, que tienen que llevar los varales a sus brazos y posteriormente sostenerlos prácticamente con la punta de sus dedos. En la recogido los horquilleros se tienen que girar de posición durante la aproximación al templo para poder subir la escalinata.

Ambas imágenes, de gran belleza, también van acompañadas por un considerable número de mujeres vestida de mantilla.

Ya por la tarde, el Santo Entierro tomó el relevo y salió desde su Casa de Hermandad, situada en el Barrio de San Francisco, desde el que tuvo que afrontar un largo recorrido con uno de los tronos de mayores dimensiones de la Semana Santa rondeña.

Además, esta cofradía también cuenta entre sus filas con hermanos penitentes que suelen portar cruces y cadenas de grandes dimensiones atadas a sus pies.

La cofradía vivió momentos de gran belleza cuando pasó junto a las murallas de Ronda y su posterior paso por el Puente Nuevo.

Y mientras los sones de la música que acompaña al Santo Entierro todavía resonaban, desde la iglesia de la Merced comenzaba a salir el cortejo procesional de la cofradía de la Soledad, que cerró el Viernes Santo.