Pilar Durán. Tesorera de Nueva Esperanza

"Las mujeres tenemos que dar un paso al frente y hacernos visibles"

  • La tesorera de Nueva Esperanza habla del camino trazado hasta ahora y de los nuevos retos que se presentan en una hermandad con cuatro décadas de vida

Pilar Durán el pasado Domingo de Ramos en la Tribuna Oficial.

Pilar Durán el pasado Domingo de Ramos en la Tribuna Oficial. / c. f.

Cuando inicia su primer Martes Santo como tesorera de Nueva Esperanza, Pilar Durán habla del camino trazado hasta ahora y de los nuevos retos que se presentan en una hermandad con cuatro décadas de vida.

-Tienen nueva junta de gobierno desde el 31 de enero, ¿cómo se prepara una Semana Santa en tan sólo unos meses?

-Ha sido muy complicado porque había muy poco tiempo, aunque mentalmente lo teníamos todo bastante organizado porque la nuestra era la única candidatura que se presentaba y de alguna manera dábamos por hecho que el trabajo era para nosotros. Pero ha sido complicado porque además nos ponemos este año en la calle con casi 400 túnicas nuevas para los nazarenos, que dependen no solo de nosotros sino también de un taller y el sábado de Pasión se entregaron las últimas túnicas. Hemos ido a contrarreloj y hemos pasado una angustia grande. Los que estábamos trabajando anteriormente en albacería, tesorería y otros puestos prácticamente somos los mismos, por lo que el trabajo estaba bastante aprendido y si el tiempo nos acompaña vamos a salir estupendamente y sin problemas.

-¿Además de las túnicas, qué otras novedades presentará la hermandad?

-El Señor estrena un broche que le han hecho unos cuantos hermanos y la Virgen estrena manto nuevo sin bordar, precioso, donación de una devota. Esos son los grandes estrenos junto con todo el cortejo nazareno.

-¿La cofradía ha estado saneando sus cuentas en los últimos años?

-Pues sí, ha sido un esfuerzo enorme del grupo de tesorería que acaba de entregarme las herramientas como tesorera. Han hecho un trabajo increíble de sanear cuentas, de revisar, de ir concretando los pagos que quedaban pendientes, de ponerse al día con todo... A día de hoy estamos en paz en todos los sentidos. Tenemos la hipoteca de la casa hermandad, pero no debemos nada más. Han sido dos años de trabajo intenso. David Vidal, que es nuestro hermano mayor era el tesorero, Salva España era el contador y Manuel Duarte el vicetesorero y han hecho un trabajo brutal. Por eso este año vamos a poder estrenar túnicas.

-¿Pero hay muchos retos todavía por asumir en una cofradía como Nueva Esperanza que es relativamente joven?

-Pues sí, tenemos 41 años de vida, llevamos agrupados menos, y tenemos miles de retos, entre otras cosas porque la junta de gobierno es súper joven y tiene una ilusión tremenda. El principal reto, el trono de la Virgen, entero y terminar el trono del Nazareno del Perdón, que ya le quedan pocos detalles para terminarlo, y renovación de enseres. Y el día a día que nunca se acaba, mantener la casa hermandad y seguir la línea del saneo de cuentas.

-¿Tienen mucha sangre nueva en la cofradía?

-Sí, yo soy la abuela de Nueva Esperanza y tengo 50 años, imagina. La junta de gobierno son chavales entre veinte y treinta años y el barrio nos da todo. Estamos muy integrados en nuestra iglesia y ésta en la cofradía y la comunidad del barrio es muy joven, aunque sea un barrio de los 70 hay muchísimos niños y allí están integrados. Yo creo que tenemos un futuro y bien largo.

-Ahora que menciona lo largo de su futuro parece una metáfora de su extenso recorrido del Martes Santo... ¿Cómo se lleva eso?

-Yo creo que se lleva porque ninguno nos planteamos realmente la de horas que echamos en la calle. Salimos desde nuestro barrio y la principal meta es llegar a la Alameda Principal. Una vez que estamos allí nos reactivamos, se nos olvida que llevamos desde las cuatro menos cuarto en la calle y de verdad que si nos lo planteásemos no lo haríamos, son 14 horas de procesión.

-¿Cuáles son los momentos estelares vistos desde dentro?

-Nos gusta muchísimo la calle Larios dentro del recorrido oficial y la Tribuna de los Pobres se ha convertido en un sello de la hermandad por el recibimiento que nos hace la ciudad, es impresionante acercarse el Martes Santo cuando está el Nazareno del Perdón en la Tribuna y mirar a tu alrededor viendo la gran cantidad de gente que nos acompaña con mucho cariño y mucha devoción. Y a mí personalmente calle Trinidad me encanta. Salen cinco hermandades a recibirnos y es un momento muy bonito.

-¿En el regreso le acompaña tanta gente?

-En teoría a las cuatro y media de la madrugada la cruz guía entra en la casa hermandad, algún año que otro lo hemos conseguido, y es verdad que salimos a calles poco cofrades, con poco recogimiento y sin embargo nuestro barrio siempre está con nosotros. Desde Gamarra hasta que llegamos arriba a Salvador Barberá estamos todo el rato acompañados, sobre todo los tronos, totalmente arropados. Y eso es de agradecer porque no son horas, es un martes, la gente trabaja al día siguiente y estamos súper arropados.

-Esta Semana Santa se empezó con la lluvia pero las cofradías de la mañana decidieron salir. ¿Qué haría Nueva Esperanza ante este panorama?

-Nosotros tenemos muchos problemas si nos planteamos que a lo largo de la tarde puede haber un chaparrón como pasó el Domingo de Ramos porque estamos muy lejos, tenemos un cortejo de gente muy joven y un patrimonio que nos está costando mucho labrar y no es necesario exponer todo eso. Por las personas y por el patrimonio que tenemos, que hay que guardarlo, porque no es nuestro sino de nuestros hermanos y los que tienen que venir. No nos podemos arriesgar a que nos pille un chaparrón en la Alameda. ¿Qué hacemos, dónde nos metemos? Muchas hermandades se ofrecen y nos abrirían sus casas pero es muy complicado y creo que innecesario.

-Es una mujer en un puesto de responsabilidad de una cofradía pero aún se ven pocas...

-Yo creo que las mujeres tenemos cada vez más lugar en las cofradías en general, en todos los aspectos. Somos nosotras mismas las que quizás no somos capaces de dar un paso por temas personales, por la familia... En mi caso tengo hijos mayores, hablé con la familia, saben cómo soy y la implicación que tengo con mi hermandad y me dijeron que no me lo pensara. En Cuaresma no me ven pero no pasa nada. Y muchas creo que no damos el paso porque nos resta mucho tiempo que dedicamos a los hijos y la casa. En mi cofradía las mujeres llevan tronos, las mujeres tenemos responsabilidad, mi albacea general es una mujer y las mujeres dirigimos la cofradía en muchos aspectos y llevamos la procesión a la calle. Estamos muy posicionadas y en otras hermandades también. Tenemos que dar un paso al frente nosotras y hacernos visibles. Que estamos ahí y se puede contar con nosotras. Estamos capacitadas igual que cualquier hombre.

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