Es el punto negro de hasta ocho recorridos procesionales, pero en su estreno con la cofradía de Estudiantes la calle Tejón y Rodríguez ofreció un aspecto infranqueable pero seguro. La obra que se ubica en la vía, cuyo desnivel supera los 11 metros, fue custodiada expresamente por hasta una docena de agentes de la Policía Local, que no permitieron a ningún viandante acceder a la calle salvo que fuera para acceder al establecimiento comercial de la misma, el cual sirvió de excusa a algunos poco antes de la llegada del trono para tomar fotos desde una posición privilegiada.

La Policía se encargó fundamentalmente de los accesos a la calle Tejón y Rodríguez y las calles aledañas, obligando a la gente que se detenía en ellas a circular con celeridad. Por su parte, los cuatro agentes de seguridad privada a cargo de la Agrupación de Cofradías custodiaron la valla metálica que separa la calle de la obra, asegurándose de que ningún penitente tras el paso de Jesús coronado de espinas se acercara demasiado ante la peligrosidad de ejercer presión sobre la misma. "Es un rollo que no me permitan ver el trono desde aquí [calle Muro de San Julián] cuando la obra está bastante lejos de aquí", aseguraba Juanjo, un seguidor cofrade que trataba de hacer una buena foto a la procesión.

Estudiantes pasó sin problemas un escollo que otra de las cofradías de ayer, Cautivo, decidió esquivar alterando su recorrido, como también decidieron la semana pasada Huerto y Sangre. Sin embargo otras siete hermandades atravesarán la calle en lo que resta de Semana Santa, dos de ellas hoy. En principio, procurando no detenerse en ella, algo que el Cristo de Estudiantes cumplió. La Virgen, sin embargo, paró en la recta final de la misma. Los agentes contratados por la Agrupación de Cofradías permanecieron minutos después del paso del trono hasta asegurar la normalidad de los viandantes.