Minuto 88 del Málaga-Sevilla. El equipo de Antonio Álvarez gana por 1-2 y éste decide sacar al campo a Kanoute por Negredo para cerrar el partido. El franco-malí sale de buen grado a cumplir con su misión: mantener la pelota cerca del área contraria, llevarla a la banda, esconderla, combinar en corto sin siquiera mirar a puerta para no perderla. En los seis minutos que estuvo sobre el campo, Kanoute demostró que no le molestó la suplencia. Y dejó en el aire la sospecha de que está mucho más implicado que Luis Fabiano, quien quizá no hubiera aceptado ese rol aunque su calidad es incuestionable. Ahora Álvarez se encuentra de nuevo con la tesitura del sistema a emplear el jueves ante el Racing. Y tiene a sus tres delanteros sanos, después de que el brasileño se ejerciera ayer con normalidad.

Luis Fabiano fue baja en Málaga y eso le permitió al técnico del Sevilla despejar todas las dudas existentes sobre cuál es el mejor sistema para que su equipo ganara, en un momento muy delicado. Salió con un solo punta, Negredo, y ganó, como el día del Levante. Es más, el día del Deportivo (0-0), el juego del equipo mejoró ostensiblemente e incluso llegó más a portería cuando, tras el descanso, José Carlos sustituyó a Kanoute, que formaba la pareja de ataque con Negredo. Hasta ese momento, el Sevilla había amagado más que pegado, aunque ya gozó de varias ocasiones de gol, que multiplicó con la nueva variante táctica en la que hay más piezas en la línea de creación que arriba. El resultado de esta ecuación es evidente: con un solo delantero arriba el Sevilla es más práctico y llega con más peligro. Y da igual que el dibujo sea bajo el 4-3-3, el 4-1-4-1 o el 4-2-3-1. La realidad es que con sus dos grandes delanteros, el equipo sólo funcionó en la segunda parte del partido de ida de la Supercopa ante el Barcelona, algo que de nada sirvió luego.

Álvarez insiste en que trabaja con los dos sistemas, el de uno y el de dos delanteros puros, y que utilizará el que más le convenga a su equipo según el rival, el partido o las circunstancias del mismo. Pero hasta en el desastroso día del PSG, el Sevilla de la segunda parte, con el vuelco táctico que hizo el marchenero en el descanso volviendo a los dos puntas, fue mucho peor que el de la primera.

Ésta es la encrucijada que debe resolver Álvarez y la primera prueba la tendrá pasado mañana ante sus fieles y frente a un rival que ha dado dolores de cabeza en sus últimas visitas a Nervión, el Racing de Santader. A priori, se trata de un rival propicio para que Luis Fabiano sea titular tras superar la pequeña lesión de tobillo que le impidió viajar a Málaga. Pero sucede que el delantero más en forma y que más resultado está dando, pese a que sólo ha anotado un gol, de penalti, en Valencia, es Negredo. Y ya se sabe que el vallecano y el brasileño llevan mal su simbiosis en ataque.

La plantilla sevillista está viviendo un cambio generacional y los jóvenes que vienen pidiendo paso, con más o menos fuerza, como Perotti, Negredo, Cigarini, José Carlos o Alfaro, se adaptan mejor al dibujo con un solo punta. En casa, que Kanoute y Luis Fabiano salgan como titulares es hasta justo por lo que ambos le han dado al Sevilla. Incluso conveniente, por la calidad del paulista. Pero, para ello, Álvarez debe dar con la tecla para que no se vea mermada la medular. Ahí está la clave. Ya han sido muchos los casos en que esta elección ha sido contraproducente, y el día del Braga la experiencia no pudo ser más nefasta y ejemplarizante.