Después de tres partidos sin marcar, Bacca por fin dejó atrás la cifra de 13 goles para igualar el número de tantos que logró en la Liga el curso pasado. Con el gol de cabeza que anotó en Anoeta alcanzó los 14 goles, si bien ha necesitado 11 citas ligueras menos. El dato ilustra sobre la importancia goleadora que ha cobrado el delantero colombiano en su segundo año como sevillista, en el que está teniendo más altibajos en el rendimiento y también más sobreesfuerzo al haberse convertido en el nueve indiscutible para Unai Emery, más allá de las lesiones que han lastrado a Gameiro y Iago Aspas.

Bacca ha necesitado 24 partidos de Liga, 22 como titular, para llegar a los 14 tantos que alcanzó en su debut en la Liga, en la que jugó 35 citas, 28 como titular. El futbolista le lleva mucha más ventaja a Gameiro que el curso pasado, en el que el francés terminó siendo el máximo goleador en la Liga con 15 tantos. Ambos acabaron el curso con 21. El colombiano marcó un tanto más en Europa, 7, por los 6 del galo.

En cambio, la respuesta goleadora del colombiano está siendo menor esta temporada en Europa, pues ha jugado ya siete citas continentales y sólo ha marcado un gol, el que rubricó el triunfo en Nervión sobre el Standard de Lieja, día en que salió del banquillo en el minuto 71 para marcar en el 90.

El dato es significativo, por cuanto ilustra sobre la importancia de Bacca en la faceta goleadora, que palía su descenso de nivel en la influencia positiva para el juego del equipo, que era superior el curso pasado. A estas alturas de febrero, el colombiano acumulaba el año pasado 10 tantos en 23 partidos de Liga y 4 en 8 citas europeas. Es decir, llevaba una progresión similar en goles a la actual.

Hasta ahora, Emery apenas le ha dado descanso a Bacca en la Liga. De hecho es el segundo futbolista que acumula más minutos de la plantila: 1.805 en 24 partidos por los 1.887 en 21 de Carriço. En cambio, Gameiro sólo lleva 13 partidos y 376 minutos.